15 ago. 2025

PIB

Si bien la actividad económica en junio siguió mostrando una dinámica favorable, el informe del BCP muestra una desaceleración. Mientras el crecimiento en mayo fue de 6,2%, en junio cerró en 4,8%.
La Cámara Alta sancionó el proyecto de ley que fija normas para los cigarrillos electrónicos. Así, los productos se comercializarán exclusivamente en tiendas especializadas bajo las mismas restricciones que rigen para los cigarrillos comunes, incluyendo limitaciones en la publicidad.
Según datos del Viceministerio de Comercio y Servicios, al cierre del mes de abril suman 292 los nuevos inscriptos en el Registro de Prestadores de Servicios (Repse). Cabe recordar que el 56% de los jóvenes del país son empleados dentro del sector.
El producto interno bruto (PIB) de Paraguay acumuló un crecimiento del 4,2% al cierre de 2024 impulsado, desde el enfoque de la oferta, por el desempeño de sectores como la construcción, los servicios, la manufactura y la ganadería, informó este viernes el Banco Central de Paraguay (BCP).
El Gobierno de Paraguay proyecta un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,8% para el 2025 y mantiene el 4% para este año, unos resultados que atribuye a una menor dependencia de las exportaciones agrícolas ante la diversificación de su matriz productiva.
El senador Ignacio Iramain (PEN) dio cátedra en plenaria acerca de cómo se define el salario parlamentario en Suecia. Consideró que Paraguay “alguna vez” tendría también que contar con un criterio de estructura de sueldos para congresistas.
Los gobiernos deben abandonar la idea de que el crecimiento del producto interno bruto (PIB) conseguirá erradicar la pobreza y priorizar en su lugar los derechos humanos, defiende el nuevo informe del relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la pobreza extrema, Olivier De Schutter.
El Banco Mundial mantuvo su previsión de crecimiento económico para el cierre del 2023, en poco menos de 5%. Para años próximos, la estimación es que el PIB local mantenga un ritmo de aumento de 4%.
Con una razón de la deuda/PIB de casi 40%, facturas vencidas de proveedores que superan los USD 1.000 millones y aún más sorpresas negativas por descubrir, el nuevo gobierno asume con los cofres vacíos y una economía debilitada.
Nuestro PIB per cápita es muy bajo en comparación con los demás países. Esto es otra forma de decir que en promedio somos pobres, poco productivos y potencialmente inestables.
La inversión pública creció un 6,4% durante el 2022, alcanzando más de USD 1.203 millones, lo que representa el 2,9% del Producto Interno Bruto (PIB), según se desprende del Informe de Situación Financiera del Ministerio de Hacienda.
Paraguay enfrenta grandes desafíos para emprender el camino hacia el desarrollo. Un patrón de crecimiento económico caracterizado por su alta volatilidad y bajos niveles de productividad, competitividad y diversificación requiere una transformación estructural. La infraestructura y el capital humano como determinantes del crecimiento exigen un esfuerzo mucho mayor que el que se está realizando. Otros ámbitos que también afectan de manera directa a cualquier posibilidad de desarrollo están descuidados, como la seguridad ciudadana y la lucha contra el narcotráfico. Estos retos implican reformas, políticas y necesidades de financiamiento que no se están previendo en el Presupuesto General de la Nación.
El Ministerio de Hacienda, en representación del Poder Ejecutivo y como cabeza el Equipo Económico, presentó hace unos días al Parlamento Nacional el proyecto de ley que establece el Presupuesto General de la Nación (PGN) para el año 2023.
Las proyecciones de crecimiento suponen un aumento del producto interno bruto (PIB) de entre el 4% y 5% para el año 2023, con un efecto rebote, debido al mediocre desempeño en el 2022. A pesar de lo auspicioso que significan estas cifras es necesario tener cuidado con las estimaciones, teniendo en cuenta los importantes riesgos provenientes de un escenario internacional cambiante, las vulnerabilidades macro propias de Paraguay y el escaso efecto multiplicador del PIB en el empleo y en los ingresos tributarios.
La incertidumbre es probablemente la característica más importante de la economía en el presente semestre. La mayoría de las proyecciones a inicios de año señalaban un crecimiento nulo y, en algunos casos, un desempeño negativo. Si bien hay algunas señales positivas, no se espera un cambio relevante en la tendencia. El reciente informe del Gobierno norteamericano y la próxima publicación del informe de Gafilat agregan complejidad, por sus efectos en la percepción nacional e internacional sobre la seguridad jurídica en el país.
Darío Rojas, director de Análisis Macroeconómico del Banco Central del Paraguay (BCP), sostuvo que aumenta el nivel de endeudamiento de las familias para las operaciones de consumo.
Para el desarrollo de un país, es clave apostar por la educación. La falta de mayor inversión, especialmente en las áreas rurales, tanto en infraestructura como en recursos humanos impacta necesariamente de forma negativa. La capacitación docente debe ser frecuente para que la transmisión del conocimiento sea eficaz. Urge que la enseñanza sea una prioridad y que técnicos del área sean habitualmente los designados para liderarla. Que la politiquería deje de contaminar un sector fundamental para el avance del Paraguay.
La situación actual del aumento de los precios no responde a la tradicional teoría monetaria que ha seguido el país en los años recientes. La política monetaria con metas de inflación responde a la premisa de que es posible limitar la fluctuación del nivel de los precios a través del control de la cantidad de dinero. El contexto actual ubica las causas del aumento del índice de precios en varios factores difíciles de afectar a través de esta política por lo cual es necesario diseñar e implementar otras medidas acordes con la coyuntura pero también considerar el largo plazo como perspectiva.
Un reciente informe del Banco Mundial aborda la necesidad de implementar políticas que contribuyan a la recuperación económica pos Covid-19 de manera inclusiva y sostenible. Este desafío requerirá fuertes inversiones en infraestructura, capital humano e innovación, lo cual a su vez exige un Estado más eficiente. Paraguay cuenta con espacio para mejorar la eficiencia en varios ámbitos, entre los que se encuentran la focalización de los programas, las contrataciones públicas y la gestión de los recursos humanos.
Técnicos del FMI alertaron sobre un menor crecimiento en la economía, una mayor inflación de lo que se proyecta y hasta riesgos fiscales para este 2022 en Paraguay. Esto, ante factores externos como la sequía y la pandemia, pero también por el mal manejo de los recursos públicos.
Cuando a finales del año pasado analizábamos las perspectivas para este 2022 los diferentes escenarios eran muy optimistas. En los dos primeros meses de este año los acontecimientos internos y externos hicieron cambiar radicalmente ese escenario de bonanza previsto.
Las perspectivas iniciales para el crecimiento del PIB en 2022 fueron de alrededor del 4%. Sin embargo, el difícil escenario vinculado a la sequía y el avance de la situación sanitaria hacen suponer que finalmente sería inferior, lo cual pasaría a reflejarse en nuevas proyecciones económicas más conservadoras durante los próximos meses. Las proyecciones del BCP realizadas en diciembre ya habían adelantado un crecimiento del 3,7%, lo cual es claramente insuficiente para generar empleos en la cantidad y calidad necesarias si tenemos en cuenta la evidencia de los últimos 15 años. El Gobierno debe impulsar con fuerza políticas productivas –agropecuarias y laborales– para garantizar que el mercado laboral genere los empleos en calidad y cantidad que requieren las familias para su bienestar.
El escenario del crecimiento económico para este año se ve incierto debido a los efectos de la sequía y de los focos de calor y por la pandemia, que se espera que empiece a disminuir su incidencia en el segundo semestre. A la incertidumbre en el sector real de la economía se agrega el riesgo inflacionario, también con un fuerte componente exógeno ya que parte del mismo se genera en el aumento del tipo de cambio, de los combustibles fósiles y de algunos commodities. Frente a este contexto, las autoridades económicas deben estar atentas de manera a implementar políticas para mitigar los efectos negativos en los sectores con menos capacidad de resiliencia.