Editorial ÚH
Las principales empresas públicas del país atraviesan un deterioro financiero generalizado, según revelan los informes de auditoría externa correspondientes al ejercicio 2024. Aunque algunas entidades lograron cerrar con utilidades, sus resultados se desplomaron en comparación con el año anterior, evidenciando que continúan expuestas a crisis internas que ponen en jaque la sostenibilidad.
El Instituto de Previsión Social (IPS) se encuentra en una situación crítica. Su sistema de jubilaciones enfrenta una presión actuarial creciente, amenazando su capacidad para cumplir con las obligaciones futuras con las generaciones de trabajadores. Si bien las condiciones sociodemográficas agudizan la crisis, el núcleo del problema reside en su gobernanza. La sostenibilidad financiera del sistema no se alcanzará con ajustes paramétricos que perjudican a la ciudadanía afectada, sino que requiere una transformación profunda.
Paraguay se aproxima a un periodo decisivo en su trayectoria de desarrollo económico. Tras sortear con relativo éxito las crisis globales recientes, el país debe ahora navegar un escenario internacional complejo, mientras aborda desafíos estructurales internos que determinarán su trayectoria de crecimiento. La economía paraguaya, caracterizada por su resiliencia durante las recientes crisis globales, enfrenta ahora el desafío de transitar hacia un modelo de crecimiento más diversificado y sostenible.
Hace semanas, las 600 reclusas que estaban en el Buen Pastor fueron trasladadas al Complejo de Mujeres Privadas de Libertad de Emboscada (Comple), en un aparatoso operativo nocturno. Las nuevas instalaciones cuentan con capacidad para albergar a 1.237 personas, que estarán distribuidas en celdas para cuatro internas, con equipamientos necesarios para el aseo y el descanso. Según las autoridades, el nuevo sistema eliminará el hacinamiento en el que sobreviven las internas debido a la superpoblación.
El déficit del sistema de jubilaciones públicas en Paraguay contribuye a ampliar la desigualdad del ingreso. Lejos de ser un instrumento de solidaridad, funciona concentrando beneficios en una minoría, financiado de manera regresiva por la mayoría, debilitando la capacidad del Estado para construir un sistema universal y solidario. Abordar este problema requiere una reforma estructural que tienda a reducir la inequidad a la vez de avanzar hacia la universalización con criterios de solidaridad que garantice dignidad para todas las generaciones de paraguayos. La sostenibilidad fiscal y la justicia social exigen un nuevo pacto previsional.