Editorial
La semana que pasó, la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings mantuvo la calificación de Paraguay en BB+, con una perspectiva estable. Una mejora en la calificación, según el informe de esta institución, se ve limitada por indicadores de gobernanza débiles, una base de ingresos baja, un mercado de capitales local poco profundo que reduce la flexibilidad de financiamiento fiscal y la vulnerabilidad a shocks climáticos adversos.
El aumento de la cotización del dólar parece estar imparable y tiene cada vez mayores costos en la economía. Las economías familiares y las empresas no permanecen al margen de las consecuencias que acarrea la volatilidad de la moneda extranjera. Las autoridades tienen la obligación de analizar la situación y plantear respuestas que mitiguen los efectos nocivos de la inestabilidad e incertidumbre. A nivel global hay varias iniciativas para reducir la vulnerabilidad que genera la dependencia del dólar. Las autoridades deben evaluarlas y mantener informados a la ciudadanía. La búsqueda de mejores políticas públicas debe ser una tarea permanente pero sobre todo, debemos superar es status quo frente a una economía global en permanente evolución.
La capital del país acaba de sufrir una severa derrota: la pérdida de un bosque en uno de sus barrios. Mientras los vecinos encendían velas para despedir simbólicamente a los más de 100 árboles talados, los culpables seguían indiferentes. La ignominiosa lista de responsables por este ecocidio incluye al intendente de Asunción, Óscar Rodríguez, y su Junta Municipal, así como a senadores y diputados que rechazaron la propuesta de expropiar el inmueble para convertirlo en un espacio público. Por esto, hoy Asunción está mucho más pobre.