La Misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó este martes la revisión del Artículo IV en Paraguay y emitió una declaración final al respecto. Mediante el documento señalan que en los últimos años la economía del país viene experimentando varios shocks externos, como la sequía, las inundaciones y la pandemia del Covid-19.
Ante todo esto, el organismo advirtió como consecuencias un menor crecimiento económico, más inflación y hasta un riesgo en la estabilidad fiscal, sin dejar de mencionar que las autoridades del Gobierno también serían responsables, teniendo en cuenta que el dinero público se usa más en salarios que en inversiones y servicios sociales.
Según detalla al inicio del informe, cuando la economía apenas se estaba recuperando de las sequías y las inundaciones del 2019, en el 2020 se desató la pandemia del Covid-19, lo que para el 2021 se intensificó. No obstante, a finales del año pasado “la economía repuntó” gracias a los precios de exportación y a la recuperación de algunos sectores, pero dicha recuperación paró ante la prolongada sequía del verano 2021-2022.
“La recuperación económica se detuvo debido a una de las sequías más intensas en la historia de Paraguay durante los críticos meses de verano de 2021/22, lo que provocó una caída abrupta en la producción de soja y otros productos agrícolas”, indica el FMI.
Entretanto, el organismo menciona que la situación económica “se complicó aún más por un shock de inflación internacional”. Al respecto, el FMI señala que la escasez a causa de la guerra entre Rusia y Ucrania hizo que los precios, especialmente de los combustibles y los alimentos, se dispararan.
“La inflación general anual aumentó considerablemente en la segunda mitad de 2021, principalmente debido al aumento de los precios de los alimentos (en particular la carne) y los combustibles, y continuó en 2022, saltando bruscamente a 10,1% en marzo”, sentenció.
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Asimismo, la declaración del FMI manifiesta que existe “la necesidad de reconstruir el espacio y la flexibilidad de las políticas macroeconómicas para el futuro” y reiteró que se debe seguir trabajando en la construcción de colchones fiscales para futuras crisis.
Además, advirtió que la pandemia del Covid-19 “amenaza con dejar cicatrices duraderas en los indicadores sociales” y que las sequías e inundaciones “generan inquietudes sobre las vulnerabilidades del país a las condiciones climáticas actuales y futuras”.
Sobre el punto, el escrito señala que Paraguay ocupa el puesto 94 de los 181 países con adaptabilidad y vulnerabilidad al cambio climático, ante la falta de preparación para compensar las vulnerabilidades. Estos datos fueron obtenidos mediante la Iniciativa de Adaptación Global de Notre Dame, ND-GAIN.
Inflación sería mayor a lo esperado
El sexto punto de la declaración final del personal técnico de la Misión del Artículo IV de 2022 alertó que “es probable” que el país sufra un crecimiento menor en la economía y una inflación mayor a lo que se proyecta para el año, como consecuencia de los mismos agentes externos ya mencionados: la sequía, la guerra en Ucrania y el Covid-19.
“Se prevé que el crecimiento del PIB (producto interno bruto) real sea apenas positivo, del 0,3%. La inflación debería disminuir eventualmente y converger al objetivo del BCP del 4%, pero aún puede terminar ligeramente por encima del techo del rango objetivo del BCP del 6% a fines de 2022. La pérdida de ingresos por exportaciones también conduciría a un mayor déficit de cuenta corriente externa, actualmente proyectado en 2,9 % del PIB”, indica el documento.
Riesgo en la estabilidad fiscal
Los técnicos del FMI también hablan de que el impacto del menor crecimiento económico junto con la continua baja en la generación de electricidad en Paraguay impactarán en los ingresos fiscales y, a su vez, manifestaron que la nueva ley de subsidio al diésel común y a la nafta 93 de Petróleos Paraguayos (Petropar) implica un mayor gasto para el país, lo que estimaron llegaría en hasta un 0,3% del PIB.
Mientras tanto, se indica que la presión que enfrenta el Gobierno para el aumento de los salarios y varios proyectos de ley que se estudian en el Congreso Nacional “ponen en riesgo a la estabilidad fiscal”, por lo que proyectaron un déficit fiscal de 3,2% del PIB para este año.
El FMI alega que el impulso fiscal de los últimos tres años fue “apropiado”, pero que la aproximación hacia el tope del déficit de 1,5% del PIB en el mediano plazo hace que se vuelva “crítica para mantener la credibilidad de la política fiscal”.
Mejorar gasto público
No obstante, según los representantes del organismo, lo único que se puede hacer para paliar las necesidades de desarrollo en el país es mover más los ingresos del Gobierno.
“Paraguay no se puede permitir un fuerte recorte de las inversiones del Gobierno en un momento en que necesita cerrar las brechas de infraestructura, salud y educación. Además, se necesitaría espacio fiscal para encarar los shocks recurrentes y crear espacio para las inversiones con relación a la adaptación al cambio climático y la gestión de la transición”, añaden.
Asimismo, señalan que las tasas tributarias deben ser evaluadas, teniendo en cuenta que son bajas, “lo que hace que la relación impuestos/PIB esté por debajo de cualquier otro país comparable”.
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Como décimo apartado, la delegación del Fondo Monetario Internacional hace nuevamente hincapié en la necesidad de mejorar el gasto público en el país, debido a que se gasta más en los sueldos de los funcionarios de las diferentes entidades y organismos del Estado, que en las inversiones y políticas públicas.
Si bien el organismo señala que, tras un diagnóstico del 2020 realizado por el FMI en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Gobierno comenzó a trabajar en anticorrupción, responsabilidad fiscal, reforma del servicio civil, una reforma de la estructura del Estado, entre otros cambios, “los avances hacia su implementación han sido lentos e insuficientes”.
En ese mismo aspecto, destacó que durante la pandemia del coronavirus se “implementó exitosamente programas de asistencia para proteger a la población más vulnerable”, pero manifestó que todavía se debe establecer un sistema de beneficiarios mejor diseñado.
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“Paraguay debería evitar subsidios generalizados y más bien ampliar los programas sociales más eficientes ya existentes para brindar algo de alivio a los hogares de bajos ingresos y vulnerables, ajustando los niveles de beneficios y cobertura a medida que se necesite”, sentenciaron los técnicos haciendo de nuevo referencia principalmente a la ley de subsidio a Petropar.
“Las políticas de cambio climático de Paraguay siguen en su infancia, pero hay oportunidades en términos de aprovechar el potencial hidroeléctrico importante de Paraguay para facilitar las estrategias de adaptación e inversiones para la transición”, finaliza el escrito.
El estudio fue realizado por un equipo técnico del Fondo Monetario Internacional, que llegó al país para la revisión del Artículo IV en Paraguay. Tras culminar con el trabajo, la delegación se reunió con el ministro de Hacienda, Óscar Llamosas, y autoridades del BCP y luego realizaron una conferencia de prensa para dar a conocer la declaración final.