En este Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer habrá discursos y las autoridades mencionarán las preocupantes cifras de nuestra realidad. Pero es momento de reconocer que ninguna de las acciones emprendidas son suficientes para detener la ola de abusos, acoso, maltrato y feminicidios en nuestro país. No caben dudas de que las instituciones del Estado deben mejorar su gestión, y particularmente la coordinación entre las mismas. También es necesaria la movilización social para detener esta epidemia.
La Red de Líneas Telefónicas Feministas invita a una feria en la que se brindará orientación jurídica, contención sicológica, talleres y dinámicas sobre violencia de género y derechos sexuales y reproductivos. El encuentro es este sábado en la Plaza Italia.
Considerando diversas variables respecto a la situación de la violencia contra las mujeres y, en particular, con los feminicidios que no cesan en nuestro país, es necesario reconocer que las altas condenas o la Ley de Protección Integral no bastan para detener la ola de agresiones. Se hace necesario reconocer que faltan compromiso de parte de toda la sociedad y mejor gestión de todas las instituciones involucradas con este tema, pero al mismo tiempo se debe reconocer la necesidad de realizar cambios en el aspecto cultural y en la educación.
Pese a contar con una Ley de Protección Integral a las Mujeres contra toda forma de Violencia desde el 2016, y a las campañas mediáticas sobre el tema, no cesan las muertes violentas de mujeres en nuestro país. Solamente en el mes de julio se produjeron un total de 26 feminicidios, lo que sitúa a solo diez de los 36 que se produjeron en el trascurso del 2021. La violencia ha dejado, asimismo, como saldo este año un total de 55 huérfanos. Es urgente una movilización social junto con las acciones del Estado para detener esta epidemia.
El primer semestre del año está concluyendo con un total de 16 muertes. Estos casos de feminicidios dejan a su vez a 39 niños y niñas huérfanos. Este problema está lejos de encontrar una solución, y, al contrario, corremos el riesgo de volver a normalizar este tipo de conductas. Contamos con una ley "De protección integral a mujeres contra todo tipo de violencia", pero resulta evidente que con eso no basta. Todas las instituciones del Estado deben emprender acciones más eficaces para cortar esta epidemia de violencia.
Una mujer fue brutalmente agredida por su pareja en plena vía pública del barrio San Miguel de Ciudad del Este, Alto Paraná. El sospechoso está prófugo y se libró orden de captura.
Más de una cuarta parte de las mujeres de entre 15 y 49 años ha sufrido violencia por parte de su pareja a lo largo de su vida, según un estudio que publica The Lancet con datos de 2000 a 2018.
Para las Naciones Unidas, los feminicidios y la violencia de género constituyen una pandemia ignorada. Infortunadamente Paraguay aporta su propia cuota de horror a la estadística mundial. Cuando todavía faltan dos semanas para que culmine este 2021, se puede afirmar que este ha sido un año funesto, en el que se ha duplicado la cifra de feminicidios. La violencia feminicida es definida en la ley 5777 como la acción que atenta contra el derecho fundamental a la vida y causa o intenta causar la muerte de la mujer, y que está motivada por su condición de tal". Ni la ley ni las instituciones están logrando detener la ola de muertes, por lo tanto es hora de asumir que se requiere un mejor trabajo por parte de los organismos del Estado, y sobre todo una gran campaña de educación y concienciación para frenar de una vez por todas esta racha de violencia criminal.
ONU Mujeres y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presentaron un estudio de Feminicidio en Paraguay 2017-2020, en el que se menciona que de 92 expedientes judiciales por feminicidio solo el 23% de ellos llegaron a la condena.
Con un conversatorio y entrega de reconocimiento a las mujeres, las autoridades de Santa Rosa, Misiones, conmemoraron el Día Internacional de Eliminación de la Violencia Contra la Mujer.