crecimiento económico
La calificadora internacional Moody’s comunicó su decisión de elevar la perspectiva económica de Paraguay de estable a positiva, luego de siete años. Sin embargo, menciona la necesidad de mejorar el gasto público y la prevención de lavado de dinero.
Más de una década de altos niveles de crecimiento económico no lograron cambiar la posición relativa de nuestro país en las estadísticas del desarrollo, aunque sí nos ubicaron como país de ingreso medio-alto. Paraguay está en un momento clave para discutir un nuevo modelo de crecimiento que contribuya mucho más al desarrollo. Pero ello requiere que políticos y autoridades económicas dejen el discurso simplista y cómodo y que la ciudadanía se comprometa con una participación activa y constructiva en la discusión.
Se debilita rápidamente la institucionalidad económica Hasta hace unos años se asumía como un valor la presencia de instituciones económicas fuertes que garantizaban una relativa estabilidad macroeconómica. Una gestión más profesionalizada, la menor influencia político-partidaria en las decisiones y mayor estabilidad de los ministros eran los argumentos que estaban en la mesa. En un país tan contaminado con el prebendarismo y la partidización, nuestro umbral era relativamente bajo, dado que en realidad siempre existieron sectores que lograban imponer intereses particulares frente a los objetivos nacionales o al bien común. Esta situación se está agravando a un ritmo que nos puede llevar muy rápidamente a un Estado fallido.
Una delegación de directores ejecutivos del Banco Mundial (BM) se encuentra de visita en el país con la intención de fortalecer vínculos con el país y apoyar crecimiento económico.
Hasta hace unos años se valoraba la presencia de instituciones económicamente fuertes, que garantizaban una relativa estabilidad macroeconómica. Una gestión más profesionalizada, la menor influencia político-partidaria y mayor estabilidad de los ministros eran los argumentos. En un país tan contaminado con el prebendarismo y la partidización, nuestro umbral era bajo, dado que siempre existieron sectores que imponían intereses particulares. La situación hoy se agrava a un ritmo que nos puede llevar muy rápidamente a un Estado fallido.
El martes pasado participé del Primer Congreso Paraguayo de Investigadores y Hacedores de Políticas Públicas, organizado por el Ministerio de Hacienda con el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Un excelente evento que tuvo como participantes a economistas de primer nivel internacional, incluyendo a un reciente premio nobel.
La renegociación del Anexo C del Tratado de Itaipú ya se inició. Si bien el Gobierno busca mantener la tarifa en contra de una reducción como plantea Brasil, no demuestra la fuerza suficiente para garantizar un resultado satisfactorio para ambas partes. Al contrario, la información existente da señales sobre la prevalencia de los intereses brasileños, quienes se adelantaron con medidas difíciles de revertir, mas aún en un contexto de debilidad negociadora. Luego del momento crítico por el que pasó este Gobierno en 2019, sigue sin generar confianza en la ciudadanía y sin capacidad para implementar acciones y acordar medidas que beneficien al país.
La situación actual del aumento de los precios no responde a la tradicional teoría monetaria que ha seguido el país en los años recientes. La política monetaria con metas de inflación responde a la premisa de que es posible limitar la fluctuación del nivel de los precios a través del control de la cantidad de dinero. El contexto actual ubica las causas del aumento del índice de precios en varios factores difíciles de afectar a través de esta política por lo cual es necesario diseñar e implementar otras medidas acordes con la coyuntura pero también considerar el largo plazo como perspectiva.
La inflación está creciendo y carcome los bajos ingresos familiares. La tendencia ya venía de años atrás debido al abandono que se ha hecho de la agricultura familiar y el bajo esfuerzo en la necesaria transición energética. Con la llegada del Covid-19, la guerra entre Rusia y Ucrania y los eventos climáticos la situación se agravó, encontrando a Paraguay en una situación sumamente vulnerable a pesar de sus excelentes condiciones. Paraguay necesita valentía y profesionalismo de parte de sus autoridades económicas. Ojalá asuman el compromiso en este sentido.
La inflación, que ya viene dando señales negativas desde el año pasado, se extendió hasta este año. A esto se agrega la reciente estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI) de un bajo nivel de crecimiento para el año 2022. Este contexto es altamente riesgoso, tanto en términos socioeconómicos por el retroceso que puede significar en los avances en la calidad de vida que se vieron en los últimos años, como en términos políticos por el malestar ciudadano y el conflicto que puede conllevar. Las autoridades económicas no pueden permanecer al margen de la situación.
En estos días de malas noticias, como la sequía, el incremento de los precios del combustible y el gigantesco piquete que paraliza al país, quiero resaltar un hecho que debe alegrarnos.
El año 2022 tendrá grandes desafíos en materia económica. Uno de los más importantes es la renegociación de Itaipú, tema fundamental para el desarrollo presente y futuro del país. Otros desafíos igual de importantes y estrechamente vinculados entre sí también se imponen, como el fortalecimiento de los sistemas de salud y protección social, la transformación educativa, una política de desarrollo productivo que impulse a las mipymes, a la agricultura familiar y un proceso de industrialización. Nada de esto será posible sin recursos y sin una acción decidida por el cambio en Paraguay. El año 2022 nos da la oportunidad de debatir y acordar objetivos de desarrollo que nos lleven a la transformación. Itaipú constituye un pilar para el cambio por los recursos económicos y la energía que provee. Su renegociación debe estar enmarcada en objetivos nacionales.
Las proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto para el año 2022 son alentadoras. El Banco Central y los organismos internacionales esperan un aumento de entre 3,7% y 4,0%. Este rango es auspicioso teniendo en cuenta que la población crece a un ritmo menor, por lo que tendremos un saldo positivo entre lo que el Paraguay produce y lo que requiere para aprovechar la ventana de oportunidad que abre el bono demográfico. Paraguay no debe conformarse más con el crecimiento del PIB. Fue insuficiente antes de la pandemia, la pandemia demostró cabalmente lo que hicimos mal y, por lo tanto, la pospandemia debe incluir una transformación estructural. El año 2022 nos invita a debatir y acordar una recuperación económica que beneficie a todos aprovechando que es, además, un año preelectoral.
Si bien aun no existen datos oficiales sobre el nivel de pobreza en 2021, existe un riesgo alto de aumento dado que la economía no ha logrado recuperarse a los niveles anteriores a la pandemia mientras que las políticas contra la pobreza no han verificado cambios sustanciales que permitan impactar en su reducción. Al contrario, algunas proyecciones indican que se registraría un importante incremento llegando al 29,2%, lo cual significa volver a niveles de 9 años atrás. Esta situación debe ser motivo de preocupación por parte de las autoridades ya que la economía está creciendo.
Desde el Ministerio de Hacienda dan números alentadores del crecimiento económico para el cierre de este año. No obstante, sigue la cautela por la pandemia y la situación climática.
Que el dinero no da la felicidad no es solo un refrán porque un estudio científico acaba de certificar que las sociedades donde el dinero juega un papel menos relevante tienen niveles de felicidad más altos.
Los fuertes cambios que experimenta cada día la temperatura provocan que la economía crezca menos, según los hallazgos de un estudio divulgado este lunes en la revista Nature Climate Change.
En las últimas semanas organismos internacionales y el Gobierno de Paraguay difundieron estimaciones sobre el comportamiento del producto interno bruto en 2020 y 2021. Al parecer, Paraguay será uno de los países de menor caída y más rápida recuperación al comparar con otros países latinoamericanos.
El Ministerio de Hacienda solicitó al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) que cancele todos los llamados a licitación en curso y se suspendan nuevos procesos licitatorios en lo que resta del año.
El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, reconoció este viernes que le preocupa la capacidad de pago de la deuda externa, pero aseguró que las nuevas deudas para la inversión en obras serán las que permitirán al Paraguay recuperar la economía ante la pandemia.
El informe de gestión del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, en lo que respecta al ámbito económico, se centró en los resultados del plan anticíclico y en el uso de los recursos de la Ley de Emergencia por el Covid-19.
El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, manifestó este sábado que su gobierno desea fortalecer el Chaco paraguayo para potenciar el sector productivo en la zona. Además, habló de inversión récord en la Región Occidental.
China estudia diversas medidas para protegerse del golpe económico que puede provocar la epidemia de coronavirus, aunque se espera que cualquier trastorno sea solamente temporal, indicó este viernes en rueda de prensa el vicegobernador del Banco Popular de China, Pan Gongsheng.
Instituciones del Gobierno organizan una misión empresarial a fin de establecer los vínculos necesarios para el incremento de la relación comercial entre Paraguay y Colombia. Las actividades se llevarán a cabo en marzo.