El brutal crimen de Melania, la niña violinista de Caazapá, es fruto del cóctel mortal de una sociedad marcada por el machismo criminal que se fortalece gracias a la pésima gestión de las instituciones atravesadas por la debilidad, desidia y corrupción. La pobreza, la desigualdad y la indiferencia del Estado a las clases vulnerables completan el círculo trágico que pintó nuevamente de color sangre las estadísticas de feminicidio en las últimas semanas.
Julio 27, 2025 09:56 a. m.
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