23 abr. 2024

Clan Rotela

El polémico diputado Yamil Esgaib trató recientemente de “akãne” a los estudiantes universitarios que se manifiestan a nivel país en defensa del Arancel Cero, mientras su hija se beneficia con un salario de casi G. 22 millones en Cancillería para poder estudiar en Inglaterra. Su otra hija fue comisionada a Itaipú.
El comandante de la Policía Nacional, Carlos Benítez, confirmó que Armando Javier Rotela y ocho personas que forman parte de su primer anillo, fueron trasladados a la penitenciaría de Emboscada a un sector de máxima seguridad, donde estarán aislados.
Un total de seis policías continúan internados en el Rigoberto Caballero, de los cuales tres se encuentran en terapia intensiva. Sin embargo, todos están con diagnóstico favorable, tras el operativo Veneratio que se realizó en la penitenciaría de Tacumbú.
Un túnel con drogas, armas blancas caseras, dinero en efectivo, bebidas alcohólicas y otros objetos fue hallado este miércoles en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú.
Armando Javier Rotela, líder del Clan Rotela, tenía “a su servicio” siete reclusos que formaban parte de su primer anillo, dos grupos “de disciplina” compuesto por 15 integrantes cada uno y 800 pasilleros integrantes de La Jungla.
Un guardicárcel fue incluido por error en el grupo de reclusos, que serían integrantes del clan Rotela, que fue trasladado de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú a la cárcel de Concepción en el marco del operativo Veneratio.
El Ministerio de Justicia dio a conocer la lista de los 708 reclusos que fueron trasladados del penal de Tacumbú tras el operativo Veneratio, que desbarató la estructura del clan Rotela dentro del penal. Los presos serán llevados a ocho penitenciarías en distintos puntos del país.
Un día después de la incursión de la fuerza policial-militar, durante el operativo Veneratio, la Penitenciaría Nacional de Tacumbú sigue con fuerte custodia y con trabajos de limpieza para levantar todas las casillas montadas y escombros.
Tres meses después de iniciada la más reciente crisis en la penitenciaría de Tacumbú, el Estado retomó el control de la principal cárcel nacional. Más de 2.000 policías y militares fueron movilizados ayer en el operativo denominado Veneratio para ingresar a la fuerza y lograr hacer retroceder un inminente motín. La comitiva interinstitucional estuvo conformada por los ministerios del Interior, Defensa, Justicia y la Secretaría Nacional de Inteligencia. Se espera a partir de ahora el progresivo fortalecimiento de la institucionalidad de todo el sistema.
Armando Javier Rotela, conocido como el zar del microtráfico y principal objetivo del operativo Veneratio, contaba con varios privilegios en su celda y pabellón en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, según los intervinientes que lograron este lunes tanto su traslado como el de cientos de otros reclusos.
El viceministro de Política Criminal, Rodrigo Nicora, admitió que el Ministerio de Justicia se enteró del operativo Veneratio, que logró recuperar el dominio de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, recién en la última fase del procedimiento.
El forense Pablo Lemir informó que la cantidad de reclusos fallecidos en el operativo Veneratio se elevó a 11 durante la tarde de este lunes.
Luego de varios años de tomar el control en el penal de Tacumbú, Armando Javier Rotela, líder del clan Rotela, fue trasladado a otro reclusorio. El objetivo es mantenerlo aislado para desactivar su red de tráfico de drogas y brazo armado.
La fuerza policial-militar que encabeza la Operación Veneratio logró ingresar hasta el territorio denominado La Jungla dentro del penal de Tacumbú y finalmente Armando Javier Rotela, líder del clan Rotela, se entregó. Será llevado a la cárcel militar de Viñas Cué.
El comisario Nimio Cardozo, jefe de Antisecuestro de la Policía Nacional, sostuvo que las fuerzas policiales y militares tienen el control del 70% de la cárcel de Tacumbú con el avance de la Operación Veneratio. El penal hace tiempo fue dominado por el clan Rotela.
Hasta el momento se reportaron siete policías heridos, uno de ellos de gravedad, en el inicio de la Operación Veneratio, que busca recuperar el control de la cárcel de Tacumbú, dominada por el clan Rotela.
Con un contingente de agentes policiales y militares al frente de la operación Veneratio, el Estado busca recuperar la cárcel de Tacumbú, dominada hace tiempo por miembros del clan Rotela. Hay al menos un efectivo policial herido y también se registraron algunos incidentes.
Un grupo de guardiacárceles y una fiscala encabezaron la requisa en algunos pabellones de la cárcel de Tacumbú. Incautaron crac, marihuana, puñales y celulares. No se permitió la entrada de la Policía Nacional.
El Ministerio Público allanó un pabellón de la Penitenciaría Regional de Pedro Juan Caballero, Amambay, donde se encuentra un preso vinculado al PCC. El procedimiento está vinculado a las investigaciones tras el crimen de Domingo Bazán Rojas.
El Ministerio Público maneja varias hipótesis con relación al crimen de Domingo Bazán Rojas, ex director de Establecimientos Penitenciarios, asesinado por sicarios a metros de la penitenciaría de Concepción.
En el 2021, cuando seguía siendo director de Establecimientos Penitenciarios, Domingo Bazán Rojas, fue amenazado por miembros del clan Rotela. Este jueves, dos años después, fue asesinado por sicarios a metros de la penitenciaría de Concepción.
Una discusión entre reclusos en los pasillos de la Penitenciaría Regional de Pedro Juan Caballero dejó como resultado la muerte de uno de ellos. El fallecido sería miembro del clan Rotela.
Una adolescente de 15 años falleció después de haber recibido un disparo de arma de fuego y cortes en un aparente ajuste de cuentas entre personas con antecedentes y adictos. El confuso episodio ocurrió en el barrio Santa Ana de Asunción.
La Penitenciaría de Tacumbú recibió esta semana unos 40 nuevos internos, pese a la superpoblación y que solo se recuperó el 80% de las armas tras el último motín, según el representante de un grupo de guardiacárceles que exige garantías para volver a trabajar.
Los jueces Gustavo Amarilla y Rosarito Montanía revelaron que ya no firmarán resoluciones de prisión preventiva para la cárcel de Tacumbú. No están de acuerdo con la decisión del Ministerio de Justicia de reabrir el penal.
La situación generada desde hace varios meses en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú es como el árbol que no permite ver el bosque. Lo que sucede actualmente en Tacumbú no es una anécdota y los problemas que ahí se concentran no van a desaparecer tan solamente si la prensa deja de ocuparse de ellos. Estamos ante un grave problema estructural resultado de una justicia lenta, un sistema penitenciario obsoleto, un Estado que viola los derechos básicos de los reos e instituciones filtradas por el narco y el crimen organizado.
El Ministerio de Justicia anunció este sábado que se dispuso la apertura para recibir nuevos internos en el penal de Tacumbú, que estaba cerrado por hacinamiento. Esta era una de las exigencias del clan Rotela para que cese el motín con toma de rehén, que se había dado el pasado 10 de octubre, en la penitenciaría más grande del país.
El guardia de seguridad que recibió múltiples reconocimientos y condecoraciones por haber arriesgado su vida para salvar a un niño en un raudal fue víctima de un intento de hurto. Los sospechosos fueron detenidos por la Policía Nacional.
En la Penitenciaría Nacional de Tacumbú se concentra la dura realidad del país. Cuando el ministro de Justicia dice que no se ha recuperado el control del penal es el reconocimiento de la abdicación del Estado al crimen organizado. Es el fracaso de un sistema penitenciario sobrepasado. Es la desigualdad que tiene a presos vips y a otros viviendo en condiciones miserables, también el fracaso de una Justicia que no es justa ni independiente y que nos da el vergonzoso récord de ser el país de la región con más presos sin una sentencia.
Pese a informar que “la tranquilidad” retornó a la cárcel de Tacumbú, el Ministerio de Justicia aún no logró que los guardiacárceles ingresen al penal para retomar sus funciones. Tras una reunión, ambas partes fueron a cuarto intermedio para seguir negociando.
Un grupo de guardiacárceles del penal de Tacumbú se negaron a ingresar al recinto penitenciario por falta de garantías, según confirmó un dirigente sindical. Señalaron que la situación se desbordó y pidieron la presencia de las autoridades. Tras la crisis, 12 funcionarios están custodiando a 2.700 internos.