crecimiento económico
La encuesta EVE de octubre revela expectativas de inflación controlada en Paraguay, con un crecimiento del PIB proyectado en torno al 4% para los próximos dos años y una TPM que se mantendría estable en el corto plazo.
El Banco Mundial eleva su previsión de crecimiento para Paraguay al 4,2% en 2025, destacando su posición como una de las economías más sólidas de Sudamérica.
El BCP dio a conocer que la economía paraguaya experimentó un notable crecimiento del 5,9% durante el primer semestre de 2025, impulsado principalmente por los sectores de servicios, manufactura, construcción y ganadería.
El Banco Central del Paraguay (BCP) presentó la apertura del Imaep, que contempla al sectores primario, secundario manufacturero y de servicios.
Según la encuesta del BCP, los agentes económicos esperan que la inflación mensual de setiembre sea del 0,1% y que cierre el año en 4,0%. Mientras que la expectativa de crecimiento económico se ajustó al 4,2% para el año 2025.
El desempeño económico muestra solidez a julio de este año, impulsado por el dinamismo en los sectores de servicios, manufacturas, energía eléctrica, construcción y ganadería.
El economista Manuel Ferreira explicó algunos aspectos del crecimiento económico que tanto destacan las autoridades económicas, pero que en la realidad no se percibe. Al contrario, se observa un aumento de los precios, sobre todo de los alimentos.
El pronóstico es de analistas de Puente, quienes también destacaron un aumento acumulado del 9,8% en los ingresos tributarios del país entre enero y julio.
Si bien la actividad económica en junio siguió mostrando una dinámica favorable, el informe del BCP muestra una desaceleración. Mientras el crecimiento en mayo fue de 6,2%, en junio cerró en 4,8%.
La vicepresidenta y analista sénior en Moody’s, Samar Maziad, habló de que no solo las cuestiones económicas importan para el crecimiento, sino que son claves la educación, la salud y las redes de seguridad, porque la ausencia de estas “crea incertidumbre incluso a las economías más exitosas”.
La banca privada prevé la mejora del crecimiento económico para el año. En tanto, el Banco Central del Paraguay estima 4,0% para el cierre del año.
El Banco Mundial mejoró levemente la perspectiva de crecimiento de Paraguay al 3,7% del producto interno bruto (PIB). Esta estimación mejoró en 0,2 puntos porcentuales con respecto a la última estimación de crecimiento del país.
Los servicios, manufacturas, energía eléctrica y construcción fueron los principales sectores que impulsaron el crecimiento económico en abril de 2025.
La calificadora de riesgos Moody´s decidió mantener la calificación crediticia del Paraguay en Ba1 con perspectiva positiva, al cierre de la revisión anual 2023.
Poseedor de cifras de crecimiento e inflación sin sobresaltos, Paraguay destaca entre sus vecinos como un potencial destino para sus inversiones, aunque internamente su baja recaudación tributaria y la tendencia alcista de la deuda pública en relación con el PIB puede poner en aprietos sus ordenadas finanzas públicas.
Potenciar el capital humano y diversificar la economía deben ser los enfoques para el desarrollo del país en el futuro, según afirma el representante del FMI, Luis Breuer.
Un artículo periodístico del medio argentino Clarín destaca el crecimiento de Paraguay en la última década, convirtiéndose en tierra fértil para los inversionistas, empresarios y emprendedores de Latinoamérica, Europa y Asia.
El informe completo del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat), dado a conocer en los últimos días, da cuenta del escaso esfuerzo realizado por Paraguay para garantizar la seguridad jurídica que requiere la recuperación económica y, sobre todo, la convergencia del crecimiento con el desarrollo en el mediano y largo plazo. La nota “moderada” a la mayoría de los resultados evaluados y “bajo” a uno de estos significa que si bien no volvimos a la lista gris, no estamos avanzando a la velocidad que se requiere para sacar a Paraguay del grupo de países corruptos y bajo el riesgo de lavado de activos y financiamiento del terrorismo.
El Presupuesto General 2023 entregado por el Ejecutivo al Legislativo considera una coyuntura económica relativamente optimista ya que se proyecta un crecimiento del 4,5% y una inflación menor a un dígito. Sin embargo, en materia presupuestaria se proyecta un déficit público del 2,3% y un aumento de la deuda de 1.860 millones de dólares, siendo más de 400 millones a ser destinados a pagar compromisos anteriores. No se prevén cambios sustanciales en la estructura presupuestaria ni en la calidad del gasto, con lo cual el escenario no es auspicioso.
Se acercan las elecciones y empiezan las presiones por ganar votos a costa del erario público. Aumentos salariales, actualizaciones de jubilaciones y transferencias a municipalidades están en debate y en proyectos de ley. En un momento crítico como el que está pasando el país, tanto a nivel micro como macro, poner en riesgo el presupuesto con propuestas que benefician a una minoría no solo contribuirá a empeorar las condiciones económicas sino también el malestar social. El objetivo central de autoridades y políticos debe poner en primer lugar al país y al objetivo de salir de esta crisis múltiple garantizando resiliencia económica en lugar de profundizar los problemas.
La incertidumbre es probablemente la característica más importante de la economía en el presente semestre. La mayoría de las proyecciones a inicios de año señalaban un crecimiento nulo y, en algunos casos, un desempeño negativo. Si bien hay algunas señales positivas, no se espera un cambio relevante en la tendencia. El reciente informe del Gobierno norteamericano y la próxima publicación del informe de Gafilat agregan complejidad, por sus efectos en la percepción nacional e internacional sobre la seguridad jurídica en el país.
El marco regulatorio y de operación del sector eléctrico en nuestro país ha permanecido prácticamente sin cambios desde la creación de la ANDE y la firma de los Tratados de Itaipú y Yacyretá.
La calificadora internacional Moody’s comunicó su decisión de elevar la perspectiva económica de Paraguay de estable a positiva, luego de siete años. Sin embargo, menciona la necesidad de mejorar el gasto público y la prevención de lavado de dinero.
Los censos constituyen instrumentos fundamentales para la planificación de las políticas públicas. En Paraguay tienen un importante rol político y económico. Son el único instrumento que provee información comparable a nivel municipal, por lo que cada 10 años es posible contar con información rigurosa para conocer los territorios donde nacen, crecen, trabajan y se desarrollan las personas. Autoridades y ciudadanía deben tomar con responsabilidad el compromiso de apoyar el levantamiento de los datos este año.
La deuda pública sigue creciendo sin interrupción, poniendo en riesgo las finanzas públicas y, sobre todo, la capacidad del Estado de proveer servicios públicos. Cada vez mayores recursos se destinan al pago de los compromisos de la deuda, reduciendo la posibilidad de que los mismos se destinen a programas que beneficien de manera directa a la gente. En paralelo, la presión tributaria se mantiene y la microeconomía se deteriora, dando lugar a una combinación explosiva para el Estado en su rol de proveedor de servicios públicos básicos y para la mayoría de los hogares paraguayos que no cuentan con recursos suficientes para financiar esos servicios por la vía privada.
Más de una década de altos niveles de crecimiento económico no lograron cambiar la posición relativa de nuestro país en las estadísticas del desarrollo, aunque sí nos ubicaron como país de ingreso medio-alto. Paraguay está en un momento clave para discutir un nuevo modelo de crecimiento que contribuya mucho más al desarrollo. Pero ello requiere que políticos y autoridades económicas dejen el discurso simplista y cómodo y que la ciudadanía se comprometa con una participación activa y constructiva en la discusión.
Se debilita rápidamente la institucionalidad económica Hasta hace unos años se asumía como un valor la presencia de instituciones económicas fuertes que garantizaban una relativa estabilidad macroeconómica. Una gestión más profesionalizada, la menor influencia político-partidaria en las decisiones y mayor estabilidad de los ministros eran los argumentos que estaban en la mesa. En un país tan contaminado con el prebendarismo y la partidización, nuestro umbral era relativamente bajo, dado que en realidad siempre existieron sectores que lograban imponer intereses particulares frente a los objetivos nacionales o al bien común. Esta situación se está agravando a un ritmo que nos puede llevar muy rápidamente a un Estado fallido.
Una delegación de directores ejecutivos del Banco Mundial (BM) se encuentra de visita en el país con la intención de fortalecer vínculos con el país y apoyar crecimiento económico.