En el marco de la III Cumbre Ministerial sobre Gobernanza de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el presidente de la República, Santiago Peña, sostuvo que Paraguay se encuentra en una nueva etapa de desarrollo y que el país está listo para avanzar hacia la membresía plena en el citado organismo.
“El Paraguay comparte plenamente los valores de la OCDE”, afirmó el mandatario, señalando que el país ha logrado “abandonar los problemas de los países subdesarrollados”. “Ya no tenemos la inestabilidad propia de niveles de desarrollo muy bajos”, resaltó.
Peña recordó que la aspiración paraguaya a la OCDE no es reciente: “Yo fui hace 10 años a la sede de la OCDE en París con el anhelo de que Paraguay forme parte de la Organización […]. El camino del progreso no conoce atajos, es un trabajo largo, continuo y persistente, que se pasa de administración en administración y de generación en generación”.
El presidente destacó que Paraguay ha transitado hacia una categoría de “potencia media”, con estabilidad económica, baja inflación y perspectivas de crecimiento sostenido.
Al mismo tiempo, subrayó que la intención del país no se limita a integrarse a un organismo internacional, sino a “mostrar el camino” a otras naciones de renta media que buscan mejorar sus estándares institucionales.
Peña también reiteró el compromiso de acelerar el proceso iniciado con la aprobación del Programa País por parte del Consejo de Ministros de la OCDE en 2025. “Nos gustaría no terminar este periodo de gobierno […] sin tener ya un camino más claro hacia el ingreso pleno y una invitación por parte de la OCDE para formar parte”, afirmó.
Una estrategia de largo plazo
Peña insistió que el país apuesta a un horizonte de desarrollo estructural: duplicar el PIB en diez años mediante el plan 2X, fortalecer la transición energética, continuar la diversificación productiva y ampliar la integración regional y global.
“Queremos acelerar la marcha. Formar parte de la OCDE nos permitiría jugar en el club de los países con las mejores reglas”, afirmó.
Según el jefe de Estado, el desafío ahora es sostener y profundizar las reformas para consolidar un modelo de crecimiento basado en instituciones fuertes, estabilidad macroeconómica y apertura al mundo.
Paraguay busca dejar asentado que la etapa de país “aislado” ha quedado atrás, y que su nueva posición es la de un actor regional con ambición de desarrollo y vocación de integración internacional.
“Gobernanza, el corazón del desarrollo económico”, afirma Fernández
El ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, quien también dio las palabras de apertura del evento, resaltó que el acercamiento a la OCDE no solo implica reformas técnicas, sino una decisión política y ética sobre el modelo de desarrollo del país.
“La gobernanza no se declama, no es una cuestión teórica. La gobernanza se demuestra, la gobernanza se practica”, expresó.
En ese sentido, destacó la nueva Ley de Integridad y Transparencia como un punto de inflexión: “Marca un antes y un después en nuestra Administración Pública; promueve la prevención de la corrupción y fortalece la rendición de cuentas”.
Fernández subrayó que Paraguay ha impulsado 19 reformas estructurales orientadas a eficiencia estatal, profesionalización del servicio civil y manejo responsable de recursos públicos.
“En Paraguay lo decimos con convicción: La integridad es la nueva base de la competitividad de los países; la transparencia, el mejor imán para la inversión; la previsibilidad, el mejor incentivo para el crecimiento económico, y la buena gobernanza, el mejor legado que un Estado puede dejarle a su gente. Por eso, el día de hoy reafirmamos nuestro compromiso de avanzar junto con la OCDE con humildad, con técnica y con propósito. Porque gobernar bien es administrar confianza. Y la confianza, lo sabemos muy bien, es la moneda más valiosa para el desarrollo económico”, resaltó el jefe de la cartera económica.