Las polémicas no paran en el Congreso. A los casos de nepotismo, el escándalo por el supuesto título falso de Hernán Rivas o la vinculación de Erico Galeano con el crimen organizado, se sumaron como protagonistas Yamy Nal y Chaqueñito, los ex Cruzada Nacional, que una vez electos, cruzaron la vereda de la oposición y pasaron al Partido Colorado.
Parecía que nada le preocupaba al oficialismo en el Congreso Nacional, ya que goza de mayoría absoluta para concretar sus antojos, hasta que se vieron expuestos en un “dilema entre calumnia o corrupción”, como calificó el senador Silvio Beto Ovelar, a quien cariñosamente el pueblo lo bautizó como Trato Apu’a, porque se le filmó ofreciendo sobornos a cambio de votos en el 2013.
Una conversación de Yamy Nal y Chaqueñito se filtró y se los escucha hablar sobre la venta de votos por USD 20.000, pedían favores y cargos en Itaipú y, como una bomba, lanzaron que “un grupo selecto” de senadores cartistas se iban a repartir una donación de USD 8 millones de Taiwán.
“El karma”, escribieron algunos en las redes sociales con referencia al cartismo, que acogió a los huérfanos políticos.
Al principio, los protagonistas obviamente negaron sus voces y acusaron a la inteligencia artificial (IA) de crear los audios con términos tan coloquiales que uno diría “más paraguayo que la mandioca”.
Chaqueñito, incluso, se animó a decir en radio Monumental: “A lo mejor habré tomado alcohol… No sé”.
La fábula de la IA duró muy poco; la propia Norma Aquino se desmintió y reconoció la legitimidad de los audios. Se justificó diciendo que es “muy explosiva” y pidió perdón a los colegas que se sintieron agraviados.