La acusación fiscal contra el senador colorado Hernán Rivas por su presunto título falso de abogado reabrió una causa que, para muchos, estaba naufragando en las turbulentas aguas del Ministerio Público.
Para ganar un lugar en Diputados o el Senado no se necesita ser el más intelectual ni contar con un título universitario; eso quedó más que demostrado en el actual Congreso Nacional.
Sin embargo, para integrar y presidir el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), un órgano contrapoder que —en la teoría— debe enjuiciar y castigar a jueces y fiscales por mal desempeño de funciones o la comisión de delitos, sí es un requisito obligatorio.
Y es ese el punto más grave en torno a la causa del “juez de jueces”: con ese título aparentemente apócrifo, Rivas se disfrazó de abogado para representar a la Cámara Baja ante el JEM en el periodo anterior y, como senador de Honor Colorado, presidió dicho órgano desde el 10 de julio de 2023 hasta el 1 de agosto de ese mismo año.
Luego, renunció para “descomprimir” el escándalo político, donde Rivas se sumergía a capas más oscuras al no recordar ni una clase ni nombrar a un solo compañero.
En el nuevo capítulo del pódcast Balanza Judicial, los periodistas Liz Acosta y Raúl Ramírez analizan lo que descubrió la Fiscalía en torno a Rivas y hablan de la expectativa de pena a la que se expone.
Si se comprueba su culpabilidad (alerta de espóiler: nueva temporada de chicanas), los casos resueltos por el JEM que contó con la participación de Rivas incluso pueden declararse nulos.