A la sequía y el intenso calor, que se registró la semana pasada, se sumaron para cerrar el mes la suba de combustibles, el encarecimiento de los cortes de carne y las frutas y hortalizas.
El año pasado el país ya registró importantes ajustes en los precios de varios rubros, al parecer este año se mantendrá la tendencia de precios altos a causa de factores climáticos y la situación de precios internacionales del petróleo y el dólar.
Los recientes informes de la Secretaria de Defensa del Consumidor señalan el sostenido aumento de los precios de productos que componen la canasta familiar, tales como las frutas y las hortalizas.
De acuerdo a las explicaciones dadas por los productores, la ola de calor y la falta de lluvias afectaron los cultivos y generaron daños a las plantas. Esto obligó a los hortigranjeros a redoblar esfuerzos para mantener la producción, pero a costos mucho más elevados.
La poca producción que se pudo generar fue a precios más altos, que al llegar a lo centros de comercialización sorprendió a los consumidores que se vieron obligados a comprar menor cantidad o a desembolsar una mayor cantidad de dinero para llenar la canasta.
Los precios de las frutas y hortalizas en la mayoría de los casos se encarecieron en un 50%, en otros se duplicaron los precios como el caso de la zanahoria y se triplicaron para el caso de la lechuga.
Los cortes se carnes, que ya venían incrementándose durante todo el año pasado, en enero del corriente volvieron a sufrir variaciones al alza, que en algunos casos (puchero) llegan hasta el 60% mientras que los demás alcanzaron subas promedio del 20%.
Este último fin de semana se concretó una nueva suba del precio de los combustibles en G. 600 el litro, la medida generó la reacción de los automovilistas que ya sufrieron durante el año pasado varios ajustes en los precios y actualmente los precios de combustibles ya resultan prohibitivos para muchos usuarios.
Actualmente gran parte del parque automotor utilizan las naftas como combustibles. La suba afecta sensiblemente a los taxistas, fleteros, repartidores y a las personas que prestan servicios de traslado de pasajeros a través de aplicaciones tecnológicas.
El panorama tiende a complicarse en este inicio de año. Las subas de estos productos muy sensibles pueden generar una cadena de encarecimiento de los productos lo que finalmente incidirá en la inflación.
A los productos básicos y a los combustibles se está sumando el aumento en la cotización del dólar. El solo anuncio de una menor producción de soja generó automáticamente una suba en el precio de la divisa, a razón de que se espera menor ingreso de dólares en el 2022.
La suba de esta moneda incide en el precio de los productos importados, por lo que es de esperar que en las próximas semanas los productos foráneos también sufran incrementos.
Sumado a todo esto, y como era de esperar, la suba del diesel impacta directamente en el costo operativo de las empresas de transporte de pasajeros. ¿Qué implica esto?. Implica que las empresas de transporte público pedirán un aumento del costo del pasaje o un mayor subsidio por parte del gobierno.
De hecho la semana que se inicia estará marcada por reuniones y negociaciones en torno al costo del boleto.
También están las empresas de transporte de carga, es sector también se siente afectado por la suba del gasoil, por lo que plantearán una ajuste en la tarifa de los fletes.
Para evitar un escalada de precios y conflictos por tarifas, se espera una dinámica e inteligente mediación de las autoridades del Gobierno para encontrar medidas que ayuden a mitigar el impacto de las subas.
