05 nov. 2025

Editorial ÚH

La estabilidad económica y el bienestar social de un país se miden, en gran parte, por la capacidad de su ciudadanía para acceder a una canasta básica de alimentos que garantice su seguridad alimentaria. Paraguay está enfrentando un desafío significativo en este ámbito, evidenciado por el informe del Banco Central del Paraguay (BCP), que señala un aumento de casi el 10% en el precio de los alimentos en un solo año. Este dato no es una mera estadística; es un síntoma de problemas estructurales más profundos que afectan directamente el poder adquisitivo.
Llegó por fin el alto el fuego en un conflicto que costó miles de vidas. El acuerdo de cese de hostilidades entró en vigor ayer; ahora la Asociación de la Prensa Extranjera exige el acceso “inmediato” a la Franja, y Naciones Unidas está lista para asistir a la población del territorio devastado, para el que ya dispone toneladas de ayuda humanitaria. Es hora de comprometerse con una paz verdadera, como dijera el cardenal Adalberto Martínez: “Nunca se puede estar de acuerdo con la guerra ni justificar la matanza de inocentes”.
Hace dos meses, Salud Pública había declarado alerta epidemiológica ante la aparición de casos de sarampión en el país. Lamentablemente, desde entonces se hizo realidad el principal temor de las autoridades con la dispersión de casos. El último brote con transmisión autóctona en nuestro país se registró en 1998. Autoridades y ciudadanía deben permanecer alertas. De momento, la cifra de afectados asciende a 45 en todo el país; por lo tanto, es hora de tomar medidas y de completar el esquema de vacunación.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) dio a conocer nuevos datos utilizando como insumo principal el Censo 2022. El estudio ofrece mediciones de pobreza monetaria y de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) para los 263 distritos del país y los 67 barrios poblados de Asunción, información fundamental para que las autoridades locales orienten políticas sociales y económicas de lucha contra la pobreza multidimensional en sus territorios. Los municipios tienen competencias y recursos; con esta información no hay excusas para la inacción.
El país tiene una gran deuda con la juventud, considerando los datos estadísticos. Paraguay se encuentra en el denominado periodo de bono demográfico, por lo que tiene la oportunidad de invertir en esta franja etaria para garantizar la sostenibilidad del crecimiento económico y entrar a la senda del desarrollo. Esta decisión implica una fuerte inversión en el aumento de las capacidades educativas y laborales con políticas de amplia cobertura y calidad, pero ello requiere la voluntad de las autoridades y de la población.
El abandono y el olvido a las poblaciones del Chaco son permanentes. Los reclamos y los pedidos desesperados de auxilio se suceden durante todo el año, sin importar las estaciones, ya que el Chaco está aislado tanto por las lluvias como por las sequías. Es urgente un recordatorio para las autoridades nacionales, de modo que no olviden la tan anhelada y solicitada ruta de todo tiempo para beneficiar a las comunidades. Estos compatriotas tienen derecho al acceso a la salud y educación de calidad, y a servicios públicos eficientes.