09 oct. 2025

Deuda de IPS: Resultado de la ineficiente gestión financiera

El Instituto de Previsión Social (IPS) es una de las instituciones claves del sistema de seguridad social del país, responsable de garantizar la salud y el bienestar de una parte de la población. Sin embargo, en los últimos años, esta entidad se ha visto asediada por una crisis financiera y operativa crónica. Uno de sus síntomas es la elevada deuda que mantiene con proveedores. Esta deuda, que abarca desde la adquisición de medicamentos hasta la tercerización de distintos tipos de servicios, no es un problema aislado de liquidez, sino la manifestación de fallas estructurales profundas que deben ser remediadas en ese mismo sentido y no con respuestas superficiales.

El Instituto de Previsión Social (IPS) informó que se enfrenta a un desafío financiero significativo, con deudas a corto plazo que alcanzan los USD 634 millones, siendo el pasivo total de USD 991 millones.

La solución propuesta al pago de la misma es insostenible y contribuye a desfinanciar otros servicios básicos del Estado. El planteamiento de la refinanciación y el uso de recursos de Senepa y SNPP no atacan la causa principal del problema que es la ineficiencia en el manejo de los recursos provenientes de los aportes.

El IPS es uno de los mayores compradores de fármacos del país; sin embargo, no cuenta con una política de adquisición de medicamentos e insumos que junto con el Ministerio de Salud, el otro importante comprador, negocien no solo mejores precios sino también calidad.

La ausencia de una estrategia propia y conjunta no es casual; al contrario, favorece la compra de medicamentos e insumos innecesarios o poco prioritarios, con sobrecostos, el tráfico de influencias y la corrupción público-privada. Inclusive el desabastecimiento forma parte de esta estrategia. La cantidad de farmacias alrededor de sus instalaciones es una de las señales que invitan a analizar quiénes se perjudican y quiénes se benefician con la gestión ineficiente del IPS.

En segundo lugar, la institución adquiere servicios tercerizados con importante peso presupuestario, como laboratorios de análisis clínicos, centros de diagnóstico por imágenes, servicios de hemodiálisis y cirugías de alta complejidad. No se conocen las razones que indujeron a tomar la decisión de externalizar estos servicios altamente costosos y que se llevan una parte importante de los recursos de los aportantes. ¿Cómo se define que una tercerización de servicios es más eficiente y sostenible a largo plazo que la construcción de infraestructura propia? No se conocen estudios de eficiencia que avalen las tercerizaciones de servicios, desde vigilancia y seguridad hasta imágenes.

El proceso de compra, desde la identificación de la necesidad hasta la adjudicación y el pago, es notoriamente lento y poco transparente. Los problemas de planificación y gestión de stocks conducen a compras de emergencia que son más costosas y menos transparentes.

Las deficiencias en la planificación generan retrasos en los pagos, lo que se traduce en incertidumbre, repercutiendo en mayores costos de las compras y posteriormente financieros al tener que reprogramar pagos.

Si bien las normas relativas a las contrataciones públicas tienen como pilares la transparencia y la competencia, en la práctica su aplicación en el IPS no garantiza costo-efectividad y mucho menos agilidad a favor de los aportantes y sus familias.

La deuda del Instituto de Previsión Social de Paraguay con sus proveedores de medicamentos y servicios tercerizados es un síntoma grave, pero no es la enfermedad. La ineficiencia sistémica en sus procesos de compras públicas, marcada por la corrupción y la burocracia, la falta de planificación y una desconexión entre la contratación y la capacidad de pago llevan al fracaso de la gestión pública con un alto costo humano ya que vulnera el derecho a la salud de miles de paraguayos. La deuda, por tanto, deja de ser un simple pasivo contable para convertirse en una amenaza directa a la vida.

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