La capital de Itapúa fue fundada por el misionero jesuita Roque González de Santa Cruz (primer santo paraguayo), el 25 de marzo de 1615.
En principio, la ciudad fundada sobre el río Paraná fue bautizada como Nuestra Señora de la Encarnación de Itapúa, dando así nacimiento a una de las metrópolis más progresistas de la región Sur del territorio paraguayo.
Este año la celebración del aniversario de la ciudad quedó en segundo plano por la pandemia del coronavirus y, si bien Encarnación hasta la fecha no registra casos positivos, se encuentra extremando medidas para prevenir el ingreso del virus.
Sin el bullicio característico de los niños, el acto cultural, la procesión de la imagen de la Virgen de la Encarnación ni la serenata artística con fuegos artificiales, Encarnación conmemora sus 405 años de rica historia y sucesos que marcaron la vida de los habitantes.
No obstante, existen dos factores importantes que resaltar de este aniversario. Uno, que la tradicional misa celebrada por el monseñor Francisco Javier Pistilli en la Catedral de Encarnación se realizó a puertas cerradas y fue trasmitida por Facebook.
El otro hecho anecdótico fue la serenata online que se organizó para conmemorar artísticamente a la Perla del Sur.
Las suspensión o posposición del programa tradicional que se lleva a cabo cada año obedece estrictamente a la pandemia del coronavirus que azota el país.
Los aniversarios de Encarnación suelen ser motivo de una extensa agenda con actividades festivas, eclesiásticas, deportivas, socioculturales y otros, en recordación a los diversos sucesos y hechos que marcaron la historia de la ciudad.