El Ministerio Público encabeza la investigación surgida a raíz del robo de 42 armas de grueso calibre pertenecientes a la Policía Nacional. El agente fiscal Federico Delfino comentó que las sospechas apuntan a que fueron a parar al mercado negro.
Asimismo, señaló que están analizando todos los detalles del caso ya que, según expresó, una estructura organizada estaría detrás del hecho. “Estamos recabando informes y ya comenzamos a tomar declaraciones. Por el momento, no hay detenidos”, detalló a radio Monumental 1080 AM.
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La desaparición de las armas se constató tras un procedimiento de verificación el pasado viernes en la sede del Departamento de Armamentos y Municiones, en la ciudad de Capiatá, Departamento Central.
Las armas verificadas son fusiles tipo Fal, de procedencia brasileña, que –según el informe del Departamento de Investigaciones– habían sido remitidas en carácter de guarda por distintas jefaturas policiales.
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Tras el operativo, los técnicos hallaron variación en el modelo y material, presumiendo que se trataba de réplicas de armas Airsoft FN Fal. Efectivamente, los fusiles no contaban con ningún tipo de mecanismo de disparo y las palancas de armado no realizaban maniobra alguna para el alistamiento del arma.
Las armas verificadas, 42 réplicas y una original, quedaron a cargo del personal de Criminalística de Capiatá.