La convocatoria se realiza a las puertas de la intervención de la Municipalidad de Asunción, en medio de una crisis sin precedentes en la que ni siquiera los trabajadores municipales cobran a tiempo y ya hay un planteamiento de jubilar a los funcionarios antiguos para aligerar la carga financiera.
Jubilados municipales, hasta hace muy poco tiempo, debían realizar colectas solidarias para sobrevivir, atendiendo a que no se les depositan sus haberes.
“Es una condena de toda la situación que estamos viviendo acá en la ciudad, por la corrupción que existe y la falta de atención a la ciudadanía. Ahora, evidentemente, no se escuchan los reclamos”, dijo Matilde Schaerer, representante vecinal, en contacto con Última Hora.
“La idea es entrar en contacto con personas diferentes y tratar de articular la unión entre los barrios. Y también realizar la condena a cada uno de los intendentes, tanto de la gestión actual como de pasada. Porque son responsables de la situación que estamos viviendo aquí", añadió.
Schaerer integra el grupo Amigos del Jardín Botánico, que recientemente rechazó la cesión, por 30 años más, de 46 hectáreas del Botánico al Asunción Golf Club. Una mayoría colorada de la Junta aprobó dicha cesión justificando que se “regularizará" la situación del club con el cobro de un canon.
“Vamos a leer los nombres de cada uno de los concejales que aprobaron proyectos contrarios a los intereses de la ciudadanía”, refirió Schaerer sobre la convocatoria para este sábado.
Atropellos y reclamos sin respuestas
Schaerer contó que ya es notoria la cantidad de problemas que acarrea el rápido avance del sector inmobiliario en los barrios Trinidad y Madame Lynch.
Mencionó en este sentido que ya se proyecta una nueva construcción en la que fuera la mansión de los Stroessner. También comentó sobre la construcción de otra estación de servicio en la zona.
“Se van a tirar todos los árboles. (...) Es terrible porque se impermeabiliza el suelo, no se filtra el agua, (...) hay más olas de calor, (...) no se usan sistemas ni técnicas sostenibles” para la construcciones de la zona, señaló, y añadió que también se registran asaltos domiciliarios, pese al supuesto desarrollo inmobiliario.
En el barrio Mburucuyá, por otro lado, vecinos organizados siguen sin recibir respuesta por parte de la Junta Municipal sobre la construcción de una nueva estación de servicio en Santísima Trinidad y Tte. Cnel. Cirilo Gill.
Alegaron que ya existe otra estación sobre la misma avenida, frente al predio en donde se pretende realizar la nueva construcción, y por este motivo se presentaron recientemente ante la Fiscalía Especializada en Delitos Ambientales.
Esta situación se deriva de la denuncia de tala de 70 árboles de la plaza Mártires de la Policía, operación que fue autorizada por Nenecho y su Dirección de Gestión Ambiental, y que se trató de una violación de la Ley 4928, puesto que se permitió la tala sin el consentimiento de los vecinos, según denuncian.
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Para realizar la cuestionada tala, se utilizó glifosato, herbicida considerado “probablemente cancerígeno” por la Organización Mundial de la Salud.
Problemas relacionados con las grandes construcciones aprobadas por la Comuna, se registran frecuentemente en el barrio Ycua Satî, donde los miembros de la comisión vecinal ya manifiestan estar desgastados porque la Municipalidad no atiende a sus reclamos.
Las obras de construcción de un edificio sobre la calle Herminio Maldonado, al costado de un complejo comercial, causa preocupación y problemas con el tránsito.
Incluso ya se registró el derrumbe de un pilar como consecuencia de los trabajos en la zona, según mencionaron. La Comuna poco y nada hace para responder a los vecinos ni tampoco trabaja para que se realicen las comprometidas medidas de compensación, tanto de la construcción actual como la del centro comercial instalado sobre la avenida Santa Teresa.
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“Los vecinos queremos una tranquilidad de cómo se mueve este esquema, por dónde van a circular los camiones. Y Santa Teresa a cualquier hora está colapsada. Camiones rompen todos los cables, a medida que avanza la lluvia, rebosa, no se puede salir”, detalló uno de los vecinos.
Semejante problema transcurría hasta no hace mucho tiempo en el barrio San Vicente, donde los vecinos reclamaban la rotura de los cables de las cámaras de seguridad por causa de una empresa constructora. Esta situación los afectaba directamente, puesto que fueron ellos quienes hicieron la inversión para comprar dichas cámaras, según informaron.
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Los pobladores lograron que, por medio de un fiscalizador, se notificara a la empresa y se evitara el acceso de los camiones. Esta situación perjudicaba la seguridad de los pobladores, quienes pagan mensualmente para mantener una caseta de seguridad instalada en el barrio.
En esta parte de la ciudad también se han registrado reclamos por parte de los vecinos debido a la falta de plazas para el usufructo de los pobladores. Esto ocurre en tanto una Seccional Colorada, la número 12, ocupa de manera irregular un espacio de más de 3.000 metros cuadrados en la calle Tte. Primero Garay y General Santos.
Falta de seguridad vial
Vecinos del barrio Pinozá solicitaron recientemente que se implementaran señales de tránsito para prevenir problemas de seguridad vial que amenazan a los estudiantes que transitan el área de la calle Grecia y Europa, en donde se ubican distintos centros educativos, como la escuela y el colegio Fernando de la Mora.
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“De oficio ellos tienen que poner las señales frente a la zona escolar, sin tener que pasar un proceso burocrático y presentar una nota de aquí para allá", dijo Martha Riveros, presidente de la Comisión Vecinal.
Añadió que en la zona hacen mucha falta reductores de velocidad y también agentes de tránsito en los horarios de entrada y salida de los estudiantes.
Mal estado de las calles y hechos de inseguridad
Desde el barrio Itá Enramada informaron que existen numerosos problemas ocasionados por las pésimas condiciones de la avenida Perón y por la existencia de terrenos baldíos en calles aledañas, situación que aumenta la inseguridad.
“Las comisiones vecinales estamos desmotivados de seguir trabajando al lado de la Municipalidad de Asunción, porque no hay respuesta en cuanto a los pedidos de los mantenimientos de los servicios que ellos tienen que prestar”, dijo una de las integrantes de la comisión vecinal de la zona.
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Resaltaron que la calle Caranday está en estado de abandono, que hay agua servida en la zona que desemboca en Perón y que dicha situación desgasta el asfaltado y ocasiona problemas en el tránsito.
También insistieron en el preocupante estado de los terrenos baldíos. “Tenemos muchos terrenos baldíos, que son guarida de chespis. La Municipalidad no interviene. Ya venimos arrastrando varios pedidos. No les reclaman a los propietarios el cuidado”, contó una vecina, y añadió que dichos lugares también se convierten en vertederos clandestinos.
El mal estado de las calles y la falta de seguridad son un problema que se repite en la mayoría de los barrios de Asunción.
En el barrio Obrero, los pobladores de la comisión vecinal de la calle Chile y Octava, aseguran que la zona está olvidada por la Municipalidad, puesto que hace años que se registran problemas de acumulación de agua en las calles.
Los vecinos, además, deben colaborar con G. 50.000 cada uno de forma mensual para pagar por el mantenimiento de un total de 16 cámaras que fueron donadas por la Fiscalía.
“Todos estamos en lo mismo. No tenemos mucho apoyo de la Policía ni de la Municipalidad. Todo el tiempo tenemos que estar solicitando”, lamentó una pobladora.
Del mismo modo, desde la comisión vecinal del barrio Republicano informaron que la seguridad en la zona es extremadamente preocupante, puesto que se registran asaltos constantes y hasta intentos de homicidio en la calle y también en las viviendas.
“Estamos apeligrados, hay intentos de homicidio, es un clamor, un pedido de auxilio, no solo un reclamo. No dormimos más”, señaló una vecina a este diario.
Nenecho, ¿dónde está la plata?
Cabe resaltar la situación de numerosas plazas y mercados populares de Asunción que se hallan en dejadez, pese a que la Municipalidad, solo en el primer cuatrimestre de 2025, ya recibió G. 4.723.314.600 en concepto de Conservación Parques, Jardines y Paseos Públicos; y G. 190.930.600 por Limpieza y barrido de los mercados zonales.
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En total, desde enero a abril de 2025, la Municipalidad ya recibió G. 610.198.843.220 por Ingresos tributarios. En contrapartida, ha destinado G. 236.025.491.223 solo en salarios.
La administración de Nenecho, además, aún no ha presentado a la ciudadanía las facturas que den cuenta de los G. 500 mil millones del dinero de los bonos que fueron utilizados para otros fines distintos a la construcción de obras de infraestructura, según informó la Contraloría General de la República en un informe del 2024.
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Parte de este dinero sigue sin aparecer en las cuentas bancarias que se rinden en el último balance general. Entre tanto, las obras que debían realizarse con las distintas emisiones de bonos siguen retrasándose. Entre ellas se pueden mencionar la obra de revitalización del mirador de Ita Pytã Punta, que debía pagarse con los bonos G7 (2021, G. 200 mil millones) y cuatro proyectos de desagüe pluvial (Ayala Velázquez, España II, Universidad Católica, Terminal) que debían financiarse con los bonos G8 (2022, G. 360 mil millones).