Diciembre es, por lejos, el mes favorito en el calendario y las razones sobran: fiestas de fin de año, reencuentros esperados, la oportunidad de plantearse cambios; también tenemos doble salario (los asalariados), sandwichito de vitel toné, pan dulce y sidra.
Todos, de alguna manera u otra, activamos el modo fiesta, no hay dietas y avanzamos con los preparativos con miras a la Nochebuena y Nochevieja.
Mientras la cuenta regresiva avanza, el Gobierno analiza la posibilidad de declarar feriado los próximos 26 de diciembre y 2 de enero del 2026. Lo puede hacer porque la Ley 7544/25 le otorga la facultad de establecer hasta tres feriados no permanentes en el año.
El presidente Santiago Peña ya usó una de las oportunidades al decretar feriado nacional el pasado 5 de setiembre para festejar que clasificamos al Mundial 2026 después de 16 años sin nuestra presencia en la competencia futbolera tras Sudáfrica 2010.
¿Podrían ser motivos válidos los feriados post resaca de Navidad y Año Nuevo?
A 36 días del 25 de diciembre, la Federación Paraguaya de Mipymes se mostró completamente en contra de la iniciativa, alegando sobrecostos y la divergencia entre la micro y la macroeconomía.
Si se decreta feriado el 2 de enero, a los trabajadores de las jugueterías se les complicará llenar los estantes para la llegada de los Reyes Magos el 6 de enero. Los restaurantes, por su parte, tendrán que pagar el doble a sus funcionarios, lo que representa un sobrecosto.
La posibilidad de hacer viajes al interior del país, planteada por el Gobierno, tampoco es