La crisis hídrica en el Chaco suma un nuevo y alarmante capítulo. Alejandra Chiquenoi, pobladora de la comunidad indígena 10 de Febrero, zona Montanía, a unos 85 kilómetros de Filadelfia, denunció públicamente que la Gobernación de Boquerón les proveyó agua no apta para el consumo, con un “olor muy fuerte” que sugiere la presencia de “algo muerto”.
La comunidad, compuesta por 15 familias del pueblo Ayoreo, está pidiendo desesperadamente a las autoridades que les envíen agua limpia, especialmente por la salud de los niños de la escuela.
El reclamo de las familias surgió luego de que un camión cisterna, enviado por la Gobernación para llenar uno de sus dos aljibes (uno de 10.000 litros), dejara un líquido sucio.
“Mi papá solicitó agua porque ya no tenemos más agua para tomar acá en la comunidad y también los niños que entran a la escuela acá no tienen más agua para tomar, pero la Gobernación trajo agua sucia que tiene olor muy fuerte. Parecía que algo está muerto en esa agua y no podemos tomar”, relató.
La situación se agrava al considerar que la comunidad –que cuenta con dos aljibes (uno de 35.000 litros y el recién llenado de 10.000 litros)– solo está consumiendo agua de lluvia de la poca reserva que aún queda en el aljibe más grande, el cual “está salvando a nosotros”.
RECLAMO SIN RESPUESTA
Alejandra Chiquenoi aseguró haber realizado el reclamo de inmediato, enviando fotografías del agua contaminada a las autoridades, pero sin recibir una respuesta satisfactoria. “Nosotros no somos animales porque los niños pueden tomar también agua, pero esa agua que trajeron ellos no podemos tomar”, expresó con indignación.
Según el testimonio de la pobladora, no es la primera vez que reciben agua de mala calidad. “Mes pasado trajo, pero un poco salado, pero igual nomás tomamos”, recordó, señalando que la falta de agua potable los obliga a aceptar el líquido con mal olor, lo que lleva a la presunción de que el agua proviene de un tajamar y no es tratada. Esta sospecha se refuerza con la versión del chofer de la cisterna, quien habría mencionado que el agua fue recogida de la comunidad de Santo Domingo.
Además, la problemática no es exclusiva de 10 de Febrero; indicó que pobladores de la vecina comunidad de Jesudi han reportado haber recibido agua sucia del mismo proveedor.
LLAMADO URGENTE
Ante la grave situación, que ya se extiende por cerca de un mes y que ha generado reclamos no escuchados por WhatsApp, las 15 familias de 10 de Febrero hacen un llamado a las autoridades: “Queremos que nuestro hijo pueda estudiar tranquilo, que no pase algo de enfermedad, que la Gobernación traiga agua linda para ellos, porque ellos están estudiando en esos momentos”, dijo.
La comunidad Ayoreo exige que se detenga el envío de agua contaminada que pone en riesgo la salud de sus miembros, y que en su lugar se garantice el suministro de agua tratada, especialmente para el consumo humano y para los niños de la escuela.