Con firmeza, la magíster Carmen Aquino, supervisora educativa de Hohenau, Itapúa, hizo un llamado urgente a los padres de alumnos de las instituciones educativas del distrito para que la educación mejore.
Octubre representa el tramo final del año lectivo. Si bien se celebran avances importantes en infraestructura, alimentación escolar y formación docente, una preocupación sigue latente y tiene que ver con el ausentismo escolar.
“Podemos tener los mejores docentes, las mejores aulas y el almuerzo escolar asegurado, pero si los chicos no asisten o no estudian en casa, todo eso se cae”, advirtió Aquino. La educadora denuncia un ausentismo muy notorio en los últimos tiempos en las escuelas y colegios de Hohenau.
El rendimiento también es preocupante, ya que en el primer semestre, muchos estudiantes no alcanzaron la nota mínima. No por falta de contenido, sino por la falta de hábito y asistencia. “El problema no es la capacidad, sino la constancia. Si hay una pequeña llovizna, ya no vienen. Y eso ocurre semana tras semana”, expresó.
Por eso, pidió con énfasis el compromiso de madres, padres, abuelos, tíos y tutores: “Necesitamos que se desconecten un rato de las redes sociales y se conecten con sus hijos. Que los escuchen, los acompañen en sus tareas y los animen a cumplir con sus deberes”, dijo.
Y fue más allá: “Estamos formando a los ciudadanos del mañana. Si hoy no les enseñamos responsabilidad y compromiso, ¿cómo esperamos que lo apliquen en la vida laboral? No hay trabajo donde puedas faltar por capricho. La escuela tampoco puede funcionar así”, señaló.
Actualmente, Hohenau cuenta con más de 3.200 estudiantes, una cifra que ha aumentado considerablemente en los últimos años, gracias a la migración de familias de otros países. Para Aquino, esto refleja que hay confianza en el sistema educativo local, pero hace falta un esfuerzo compartido.
En cuanto a recursos, la supervisora destacó que casi todas las instituciones cuentan con desayuno, merienda y almuerzo escolar. A partir de 2026, también el nivel medio recibirá alimentación completa.
“Ya tenemos tres patas fuertes en la mesa educativa: infraestructura, alimentación y docentes. Ahora falta la cuarta: la familia”, subrayó. Como parte del cierre del año lectivo, se están fortaleciendo las estrategias de evaluación por competencias, y se llevan a cabo jornadas con docentes para afianzar el enfoque educativo.