El economista de Basa Casa de Bolsa, Wildo González, destacó que la economía paraguaya mantiene un dinamismo superior al esperado, con un crecimiento sostenido de la industria, manufactura, los servicios y la inversión, aunque persisten desafíos vinculados a la inflación y a la política monetaria.
De acuerdo con el documento, los datos recientes del Banco Central del Paraguay (BCP) confirman el buen momento de la economía. “Los resultados de las Cuentas Nacionales Trimestrales terminan por confirmar el desempeño más allá de lo previsto por parte de la actividad económica”, explicó el economista.
En el segundo trimestre del año, el producto interno bruto (PIB) creció 5,9% en términos interanuales, impulsado principalmente por el consumo privado y la inversión agregada. Estos componentes se consolidaron como “los motores del crecimiento del PIB del segundo trimestre”.
El analista resaltó además que la reciente publicación de los componentes sectoriales del Imaep (Indicador Mensual de Actividad Económica del Paraguay) “facilita enormemente el seguimiento de los sectores económicos en la coyuntura” y permite identificar con mayor precisión las fuerzas detrás de los movimientos de la actividad mensual.
Según los datos del BCP, el Imaep de julio mostró un aumento de 4,9% anual, mientras que en términos desestacionalizados el crecimiento fue de 0,4% mensual, (el viernes último salieron los datos actualizados, el Imaep de agosto tuvo un aumento de 4,5% anual y el Imaep sin agricultura ni binacionales fue de 4,0% anual).
Con base en estas cifras, González proyecta que “posiblemente el dinamismo del segundo trimestre se mantenga para el tercero y parte del cuarto trimestre del 2025”, por lo que el resultado final del año “estará muy por sobre las proyecciones iniciales de crecimiento del PIB”.
Comportamiento sectorial. El agro se enfría, pero la industria y los servicios se expanden. El análisis señala que los sectores vinculados a los recursos naturales siguen mostrando rezago. “Los datos del Imaep del sector primario dan cuenta de que en julio tuvo una caída de -1,8% anual”, indicó González, atribuyendo este desempeño al “mal resultado observado de las exportaciones del sector primario”.
El economista considera que “las proyecciones para el PIB del sector primario para el segundo semestre del 2025 no anticipan cambios”, lo que llevaría a que “el PIB del sector primario cerraría el 2025 con cifras negativas”.
Por el contrario, los sectores no relacionados con recursos naturales muestran una expansión firme. El estudio proyecta que la industria manufacturera y la construcción serán los principales impulsores del crecimiento en el cierre del año.
“Este empuje del sector secundario estaría sustentado en un buen desempeño del sector de manufactura y una fuerte recuperación del sector de la construcción”, explicó González. El repunte de la construcción es especialmente relevante, ya que “en años recientes había persistido con un dinamismo muy por debajo de los valores de tendencia”.
El sector de servicios también mantiene un ritmo de expansión sólido. Dentro de este grupo, el comercio –estrechamente ligado al consumo privado– fue uno de los mayores aportantes al crecimiento.
“El sector de comercio ha sido uno de los componentes más importantes del buen desempeño del sector de servicios”, sostuvo González. Además, los eventos deportivos recientemente acontecidos habrían generado un impulso adicional en varios rubros de servicios.
De mantenerse esta tendencia, “posiblemente el tercer trimestre del sector de servicios sea muy similar al resultado del segundo trimestre, y se espera un cuarto trimestre aún dinámico, aunque por debajo de los valores observados durante el 2025”, estimó.