El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa, causada por un virus que se transmite por el aire, al toser, estornudar o hablar, explicó el Dr. Robert Núñez, pediatra.
El virus puede vivir hasta dos horas en el ambiente. “Basta con estar cerca de una persona infectada para contagiarse si no estás inmunizado”, explicó el doctor Núñez.
Aunque muchos casos son leves, el sarampión puede causar complicaciones graves, como neumonía (principal causa de muerte relacionada), encefalitis (inflamación cerebral), otitis media, diarrea severa, ceguera y muerte (sobre todo en menores de 5 años), añadió.
Por ello, insistió en la vacunación como estrategia clave para prevenir la enfermedad.
En el país, se dispone de la vacuna contra el sarampión, que está incluida en la triple viral (SPR: sarampión, paperas y rubeola), cuya primera dosis se aplica a los 12 meses y la segunda, a los 4 años.
Los adultos que no tengan certeza de haber recibido ambas dosis deben inmunizarse, ya que no existe riesgo por recibir una dosis adicional.
“La vacunación no es solo un acto individual, sino una responsabilidad colectiva para proteger a quienes no pueden vacunarse, como los bebés menores de 12 meses”, destacó el doctor Núñez.
Sepa más: Ante caso positivo de sarampión, instan a vacunar a niños
¿Qué implica que un niño no esté vacunado?
Si un niño no tiene las dosis, esto representa un alto riesgo de contagiarse y desarrollar formas graves, advirtió el doctor Núñez. Añadió que en brotes, los no vacunados suelen ser los más afectados.
En el caso de no tener el registro o no se recuerda haber recibido las dos dosis, es posible vacunarse sin problema.
“No hay efectos adversos por recibir una dosis extra. La vacuna es segura, gratuita y está disponible en los vacunatorios del sistema público”.
Síntomas y signos de alarma
Los primeros síntomas aparecen entre 7 y 14 días después del contagio e incluyen fiebre alta (a menudo sobre 38,5°C), tos seca, secreción nasal, conjuntivitis (ojos rojos), manchas blancas en la boca y la más tradicional: erupción que comienza en el rostro y se extiende al cuerpo.
El doctor Núñez alertó que ante signos como dificultad para respirar, somnolencia extrema, vómitos persistentes, convulsiones, fiebre que no cede o deshidratación, se debe acudir de inmediato a un servicio de salud.
Tratamiento y complicaciones
El doctor Núñez explicó que no existe un tratamiento antiviral específico para el sarampión. El manejo se basa en hidratación, control de la fiebre, alimentación adecuada, aislamiento y, en algunos casos, suplementación con vitamina A.
Aunque muchos cuadros son leves, la enfermedad puede derivar en neumonía, encefalitis, otitis, diarrea grave, ceguera e incluso la muerte, sobre todo en menores de 5 años y personas con inmunidad comprometida.