24 abr. 2024

“Quien tiene dinero, hace lo que quiere”

Paraguay es un país donde la frase “Quien tiene dinero, hace lo que quiere” encaja a la perfección. Lo expresado anteriormente no busca generar un debate entre clases, pero en nuestro país están aquellos que todo lo alcanzan y quienes a penas lo pueden lograr.

No me caben dudas acerca de que el verdadero valor de las personas está en su integridad, pero lastimosamente no siempre son aquellos más íntegros quienes conducen al país o son considerados como líderes políticos.

Está claro que en el Paraguay el verdadero poder reside en el Congreso Nacional, pero también forma parte de la realidad que no son los intereses ciudadanos los que conducen las acciones de quienes ocupan la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores.

Muchos se preguntarán si cuál es la relación entre el Poder Legislativo y la cita que hace referencia al dinero, pero finalmente todo se reduce a una sola cosa; el poder. Quien tiene dinero busca poder y quien tiene poder, hace lo que quiere.

No es ninguna revelación el afirmar que, durante años, del Congreso han salido legislaciones a medida o se han trabado otras que buscan un beneficio general, pero que ponían en riesgo los intereses de sectores políticos y económicos.

Se podría suponer que cualquier autoridad electa tiene poder, pero finalmente muchas de sus decisiones están condicionadas a otros intereses. Algunos de ellos terminan debiendo favores a quienes financiaron sus campañas o deben responder a la agenda del partido al que representan. Es así, que finalmente aquellos con poder económico y político terminan decidiendo cuál será el destino del país.

La “obligación” de devolver favores también se da en importantes instituciones como el Ministerio Público, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), cuyas decisiones son claves para pelear contra la corrupción reinante en el país.

Días atrás pasaba con mi familia frente a la Embajada de Estados Unidos y vi como avanzan las obras de una nueva estación de servicios. Recordé que la diplomacia estadounidense expresó formalmente su preocupación por la construcción de esta gasolinera del otro lado de la calle donde está su sede y me pregunté ¿Qué pasó? La respuesta la tuvo mi esposa, quien me dijo “Quien tiene dinero, hace lo que quiere”.

Muchas veces la gente se pregunta si por qué una persona que ya tiene mucho dinero tiene aspiraciones políticas, como naturalizando la idea de que la gente quiere hacer política para llenarse los bolsillos. Para cerrar este párrafo me tomo el atrevimiento de usar otra cita: Quien más tiene, más quiere.

Quien tiene dinero y poder en Paraguay puede eludir una celda en Tacumbú, lavar dinero, crear leyes a medidas, conseguir resoluciones judiciales que le permitan expandir su negocio, aumentar el subsidio por un servicio que hace padecer a la ciudadanía o incluso ser presidente de la República.

En definitiva, vivimos en un país cuya agenda está marcada por quienes más tienen. La ley que penaliza las ocupaciones, los reiterados rechazos a impuestos diferenciales al tabaco, a los granos, y las resoluciones judiciales que permiten construir estaciones de servicios frente a hospitales, son un claro ejemplo de ello.

Mientras el poder económico pese por encima de los intereses ciudadanos será imposible que tengamos un verdadero desarrollo. La brecha de la inequidad sigue creciendo, mientras el emprendedor, el obrero, el empleado, el funcionario, aquel que apenas llega a fin de sema, sigue sosteniendo con sus impuestos las gratificaciones, el seguro VIP y combustible de quienes no responden a sus intereses.

En Paraguay no solo urge que exista una verdadera reforma del Estado, sino también, que la ciudadanía entienda que el único poder - que puede contra quienes solo usan al país para hacer más dinero - reside en su propia voz y no en un post difundido a través de las redes sociales.

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