En su homilía de la misa central de Caacupé de este domingo, monseñor Ricardo Valenzuela reflexionó sobre la necesidad de seguir el camino de servicio y alertó que la pereza y la indiferencia se han convertido en una de las mayores amenazas para la sociedad actual.
“Un cristiano que recibe el don del bautismo, pero luego no lo no lo lleva por el camino del servicio. ¿Qué pasa con él? Se convierte en un cristiano sin fuerza, sin fecundidad, un cristiano para sí, para servirse a sí mismo, para procurar ventajas para sí mismo. Este seguramente va a llevar una vida muy triste”, comenzó diciendo líder religioso.
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En su reflexión, Valenzuela afirmó que la indiferencia se puede dar por dos motivos, por la pereza y por la soberbia.
Señaló que la persona que vive en la pereza generalmente no quiere reconocer esta situación y solamente vive para sí mismo.
Por otra parte, resaltó que existen personas que no conocen la empatía y que ante una necesidad muestran un aire de soberbia.
“La otra tentación es la de adueñarnos de la situación que te lleva a la soberbia, el orgullo, creerte y de paso tratarle mal a la gente. Cuando vemos que alguien le trata mal, ahí ya tenemos que prestar atención”, agregó.
El obispo aclaró que se refiere a los dirigentes sociales, políticos y religiosos que se adueñan del servicio, convirtiéndolo en una “estructura de poder”.
Señaló la necesidad de seguir el ejemplo de las personas sencillas, humildes, que tienen una fe firme y ayudan a los demás.
“Pensemos, por ejemplo, en algunas mamás y papás que afrontan situaciones muy difíciles. Pensemos en muchos enfermos también que pasan por situaciones bastante duras, difíciles, incluso gravísimos, pero que transmiten una serenidad a quien va a visitarle. Al final, el visitante es quien sale fortalecido”, expresó.