El monseñor Amancio Benítez, obispo de Benjamín Aceval, fue el encargado de celebrar este domingo la misa central de la Basílica de la Virgen de Caacupé.
En una homilía, completamente en guaraní, pidió a las autoridades que prioricen a su pueblo y solucionen los problemas que los aquejan, por encima de las peleas coyunturales de la política nacional.
Amancio Benítez afirmó que existen diversas situaciones que aquejan gravemente al pueblo, que no son priorizadas por los políticos, quienes desatienden (“ndohechakuaái”) ciertas situaciones, entre las que mencionó a los jubilados, personas estafadas o a los que son atendidos de manera precaria en los hospitales.
Pidió a la clase política que trate de tener la capacidad de ver quiénes más necesitan y cómo ayudarlos.
También mencionó a algunas personas que idolatran o dan más confianza a sus líderes políticos, pensando que con ellos solucionan sus problemas. En tanto, alegó que se debe buscar más unidad en la familia y la comunidad, en quienes finalmente se encuentra soluciones, con ayudas mutuas para no caer en vicios y otros problemas.
Además, sostuvo que las autoridades deben fijarse más en su responsabilidad vinculada a las necesidades del pueblo, ya que son los que deben buscar la forma de ayudar a su gente con las necesidades que sufren día a día.
Reclamó que no sea la misma clase política la que ponga más difícil la situación económica, a causa de su mala gestión.
Señaló que la gente necesita alivio y tranquilidad de parte de las autoridades, sin embargo, ellos mismos son los que se encuentran en conflictos constantes, con sus malas acciones y desempeño, y esto perjudica mucho a la gente.
Responsabilizó de estos problemas a los políticos y dijo que estos deberían vivir y hacer las cosas como Dios quiere, si en verdad creen en Dios.
Insistió en “hacer bien su trabajo”, gobernando con honestidad, ya que por eso y para eso fueron elegidos, y porque en su momento prometieron ayudar y aliviar la situación difícil de cada persona.
Por último, pidió que Dios y la Virgencita de Caacupé bendigan al Paraguay y que toquen los corazones de las autoridades.
Prestar atención a la palabra
También se dirigió a los feligreses y creyentes en general, instando a que estén siempre cerca de Dios y vivir bajo sus enseñanzas, recomendando que en situaciones difíciles, ya sea en casa, en la comunidad o el país, se preste atención a la palabra de Dios.
Explicó que en momentos de tristeza, ya sea por depresión por vivir situaciones difíciles, deudas o problemas en la familia, se debe pensar y aprender de Jesucristo. “Él nos enseña con su sacrificio y su vida”, expresó.
El monseñor Amancio Benítez señaló, además, que muchas personas buscan soluciones con algún tipo de vicio o buscando obtener “dinero fácil” para solucionar sus problemas, pero aclaró que esto “es para un momento y después nos trae peores problemas”.
“Jesucristo nos enseña otra forma, necesitamos confiar y creer en Dios, porque sólo él es nuestro salvador”, agregó.
Por otro lado, el obispo mencionó que cada persona pida a Dios y a la Virgencita de Caacupé que pueda analizar y cambiar la situación de su gente.
Instó, además, a que los feligreses se esfuercen de la manera en que Jesús enseña, y citó ejemplos de personas que trabajan desde temprano, a los agricultores que día a día se sacrifican, los jóvenes que se dedican a salir adelante y no estar esperando a “que caiga todo desde arriba” para superarse.
Cada uno debe procurar salir adelante con responsabilidad, estudiando y trabajando con mucho sacrificio, dijo.
Algunos, a través del deporte, logran ser personas importantes y van surgiendo, solucionando así incluso la situación económica de su familia, concluyó.