El documento de la acusación fiscal al periodista Carlos Granada, investigado por los supuestos hechos de acoso sexual, coacción sexual y coacción, recoge desgarradores testimonios de seis mujeres que lo denunciaron ante el Ministerio Público.
Los relatos describen las situaciones que supuestamente pasaban las afectadas que trabajaban bajo las órdenes del investigado, en el grupo Albavisión.
De acuerdo con lo que manifestaron las mujeres, uno de los hechos más frecuentes eran las supuestas convocatorias a una habitación del sitio laboral por parte del imputado a sus subordinadas. Todas las denunciantes coincidieron en su testimonio que el hombre, supuestamente, las llamaba a su oficina, llaveaba la puerta para poder abrazarlas y besarlas a la fuerza.
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“Mirá lo que sos, ¿por qué me tenés miedo? ¡Usame! ¡Aprovechame!”, habrían sido algunas de las frases utilizadas por el periodista.
Ante la negativa de las trabajadoras, las mismas declaran que recibían amenazas por parte del hombre, que se desempeñaba como gerente de noticias. “Vos me llegás a cagar y yo me voy a encargar de que nunca encuentres trabajo otro lado”, fue una las frases que recuerda una de las denunciantes.
A otra de las afectadas, cuando se enteró de sus intenciones de renunciar, le habría manifestado de forma amenazante que si renunciaba al canal no iba a poder trabajar en otro medio puesto que él tiene muchos contactos y que con una llamada le cancelaría cualquier trabajo.
Al no acceder a las propuestas, señalan que eran sometidas a constantes cambios de horario laboral y aumento de tareas.
Los hechos relatados datan desde el año 2010 e incluso hasta diciembre de 2021, según los datos que manejan los investigadores.
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En octubre de 2022 Carlos Granada fue imputado y se ordenó su detención. Luego de estar unos días desaparecido, el hombre se presentó a la Justicia y quedó recluido por seis meses en la penitenciaría de Emboscada. En mayo de 2023 fue beneficiado con la libertad ambulatoria tras el compurgamiento de la pena mínima.
La Fiscalía sostiene que Carlos Granada, valiéndose de su posición de jerarquía e influencia sobre sus subordinadas, habría llevado a cabo varios actos con fines sexuales en algunos casos y en otros habría hecho actos sexuales concretos contra mujeres.