15 sept. 2025

La gorra del embajador

El embajador paraguayo Gustavo Leite, durante su acreditación en la Casa Blanca, protagonizó una escena pintoresca al posar con una gorra Make America Great Again (MAGA), lema utilizado por Donad Trump durante su campaña electoral.

Le llovieron críticas.

Lo acusaron de “cepillero”, de servil, de genuflexo y de no estar a la altura de la representación del país. Se equiparó el hecho a la improbable situación de que el embajador norteamericano llegue al Palacio de López con una remera en la que se lea “Somos todos Lista 1”.

La verdad es que no se espera que un embajador haga eso, pues deja la impresión de que el representante oficial del Paraguay, al adoptar accesorios partidarios de un líder extranjero durante un acto formal, degrada la igualdad diplomática y nuestra soberanía.

Leite explicó que el “gorrito lindo” había sido una cortesía de Trump, un fino detalle diplomático, y que la foto había sido sacada por fotógrafos oficiales. Creo que tiene razón al minimizar el episodio, pues una gorra no puede ser motivo de un escándalo nacional.

Pero permite hacer algunas reflexiones sobre la hipocresía de quienes levantan la consigna del nacionalismo puro, pero priorizan agendas partidarias adulando al magnate neoyorquino.

Ese falso nacionalismo no es patrimonio paraguayo. En las recientes manifestaciones pro-Bolsonaro realizadas en varias ciudades del Brasil intentando evitar su condena se vieron enormes banderas norteamericanas y carteles con frases en inglés agradeciendo el apoyo de Trump. Los bolsonaristas, con camisetas “verdeamarelas”, le pedían que interviniera en asuntos judiciales internos a un presidente extranjero. El mismo que impone aranceles del 50% a productos brasileños, dañando empleos y economía. Una incoherencia en un movimiento que clama por un “Brasil acima de tudo”.

También Javier Milei se entusiasma con símbolos y retórica inspirados en Trump, por quien tiene una profunda admiración ideológica. Durante la campaña de 2023 se distribuyeron miles de gorras con diseño idéntico a las de Trump, aunque con el eslogan “Make Argentina Great Again”. La agenda ultraconservadora estadounidense estaba por encima de la identidad nacional argentina. En Chile, el candidato presidencial Antonio Kast lució personalmente durante la campaña –en las elecciones que perdió ante Boric– la misma gorra, ahora con la palabra “Chile”.

La derecha latinoamericana no solo admira a Trump, sino que importa su estética y la adopta como ícono, contradiciendo sus ideas nacionalistas. Aunque, para ser justos, el discurso nacionalista en América Latina no se alinea estrictamente con izquierda o derecha, sino que adopta formas distintas según el contexto político e histórico de cada país. El de derecha pone énfasis en la tradición, la identidad cultural y su rechazo a la globalización y las influencias extranjeras. El de izquierda se acentúa en la soberanía nacional frente a la amenaza del imperialismo y el neoliberalismo.

Ya lo ve, en nuestra región el nacionalismo es ideológicamente flexible. Puede ser de izquierda o derecha. La izquierda lo usa para movilizar contra desigualdades, mientras que la derecha lo emplea para reforzar el orden tradicional. Claro está que la ANR se considera un partido nacionalista por tradición e ideología, desde su fundación. En la primera mitad del siglo pasado Juan E. O’Leary vertebró los argumentos del Partido Colorado como “cuna del nacionalismo guaraní”. Stroessner lo revistió de autoritarismo y militarismo y, últimamente ese partido se cansó de vociferar lo de “Paraguay soberano”, sobre todo, luego de las sanciones del Mercosur por la destitución de Lugo y por la reciente calificación norteamericana de corrupción de Cartes.

Por eso, no hay que tomarse tan en serio los discursos llenos de nacionalismo ni la polémica foto de Leite. Al fin y al cabo, no es tan grave un guiño al amigo Trump. Nuestro embajador no fue enviado allí para reverenciar protocolos diplomáticos, sino para mejorar una situación personal muy especial. Visto así, lo de la gorra es una nimiedad.

Más contenido de esta sección