Con una temporada invernal de incendios, fuego y humareda arrancó también el gobierno de Peña. La reculada feroz del acuerdo de la UE ha sido un duro golpe del que todavía lamentan sus consecuencias. Buscan explicar lo inexplicable y deben tragarse los sapos de una estrategia electoral que dejó a pastores, políticos, comunicadores, padres de familia y conspiranoicos muy golpeados. Creen que fueron traicionados por unos políticos avezados en mentiras y dobles discursos. Entre ellos no hay nadie que pueda estar dolido por esto. Están a la pesca de otro escándalo donde puedan refugiarse en el olvido, mientras Peña debe repetir una y otra vez a los canales internacionales que no es el títere de Cartes y que ya era una figura en la administración pública en el Consejo del BCP antes que el “significativamente corrupto” empezara su vida política. Esta semana, la impertinencia y constancia de la periodista de CNN fueron una dura prueba. Genera también humos para distraer e intentar explicar lo que no se puede. Quizás sea mejor asumirlo públicamente.
La cumbre tras el almuerzo del domingo a las tres de la tarde, entre los presidentes de los tres poderes más el contralor y el fiscal general, tuvo una continuidad más corta en el Palacio de López, el pasado jueves, y ahora tiraron para dentro de dos meses el siguiente encuentro para luchar contra la corrupción. Fue un vyrorei jefe, que tiene un costo mayor para los organismos de control de los poderes del Estado, los que salen fortalecidos por haber llevado a Rolón y Benítez a su ruedo y hacerles escuchar que sus cargos dependen de ellos. Una torpe declaración de que “combatirán el contrabando, el crimen organizado, las drogas y el lavado de activos” generó risas a nivel general y en particular en el gabinete del quincho donde el anfitrión se reía una vez más de la escena. Tampoco él no quería dejar de generar humo y lo hizo con la nota remitida a la Fiscalía, donde unos ignorantes de la Constitución pidieron a dos diarios que dijeran los nombres de los periodistas que entrevistaron a actores políticos que empujan el juzgamiento de Cartes ante cualquier tribunal, local o internacional. No saben los herederos de Sandra Quiñónez que fueron más allá de lo que pidió la demanda y no reconocen que nuestra Constitución es la más garantista de todas en favor de la libertad de expresión y de prensa y que dicha solicitud la viola y la ofende. Es casi igual al intento de buscar la reelección vía enmienda y no vía reforma. Se han equivocado los fiscales siguiendo el guion de Cartes y su abogado. No pasará a mayores como el convenio de la UE, pero habrá generado suficiente humo para suponer que todo forma de una estrategia de medir las aguas para intentos autoritarios superiores. Hay que resistir mientras se acomodan las piezas y se toman las distancias.
El humo enrarecido genera incapacidad de visualización y lágrimas entre algunos. Claramente, cuando no se tienen ideas de cómo gobernar, sirve para ganar tiempo mientras se piensa qué hacer. Tuvo más de 100 días para preparar gabinete y acciones. Con el de Agricultura y Ganadería lo hizo en vísperas de su asunción. Nunca tuvo los 100 decretos para cambiar el Paraguay como reclamaba Ruth Richardson, la hacedora del milagro neozelandés. Se repitieron varios nombramientos y muchos rotaron para sostener el “deep state” (Estado profundo) que no cambia ni con Pol Pot entre nosotros. Solo faltan Nicanor, Castiglioni y Galeano Perrone y tenemos todo de lo mismo. El humo es necesario en estas condiciones. Hay que marear y desorientar para sobrevivir. Ese es el mandato de este Gobierno y así vamos a ir hasta que la gente reaccione.
Se bajó el combustible echando a 500 funcionarios de Petropar, ¿se imaginan lo que podría favorecer a la gente si se echa a 30.000 como pidió el diputado Núñez o si se hace un recorte de 150.000? Con eso podemos vivir casi como Noruega. Por ahí se pierden los 2.000 millones de dólares que se roban anualmente. Con eso no requerimos nuevos endeudamientos para pagar vialeras y laboratorios de medicamentos. Con eso se disipa el humo y se deja de engañar a la gente. Lo último es el bochorno del peaje con los argentinos. Vino Massa, les prometió en privado algo que nunca dijo en público y los dejó a todos en offside, sin VAR y sin nada.
Hace falta un poderoso viento norte que disipe la bruma. Mucho avanzaremos si la Fiscalía hace su labor con los datos que EEUU les proveyó y deja de perseguir a periodistas apantallando el humo del significativamente corrupto.
