01 dic. 2025

El peligro de andar por el microcentro

Caminar por las calles del microcentro capitalino es un deporte extremo. Veredas y señalizaciones que no existen; obras que se hacen desde tiempos inmemoriales y siguen sin culminar; tránsito vehicular desordenado, que ocasiona griterío y batallas entre peatones y conductores; automóviles estacionados en cualquier vericueto disponible; y la inseguridad galopante (pero en medio de una manifestación aparecen en relación de diez a uno los uniformados, quienes brillan por su ausencia cuando hacen falta); por citar solamente algunos escollos.

La amenaza es constante, un riesgo que lamentablemente muchos debemos correr. Sin embargo, imaginen agregar una dificultad extra a la contingencia: no poder ver. Sí, los obstáculos entonces se multiplican, y la calamidad es más posible.

Así, la semana pasada, una persona con discapacidad visual fue la víctima (casi mortal) de la situación estrepitosa en que está la capital del país, y menos mal que es la ciudad más importante, porque cayó a uno de los tantos pozos que podemos observar en el microcentro. La Administración Nacional de Electricidad lamentó “profundamente el accidente sufrido” a causa de una caída “en un registro en zona de obras en el microcentro de Asunción, para el cableado subterráneo sobre la calle Presidente Franco y sus intersecciones”.

Según detalles de la estatal, el accidente fue en la vereda de la calle Ayolas, entre Benjamín Constant y Presidente Franco (lado Norte), por “una caída a consecuencia de la construcción de un registro para el cableado subterráneo, trabajo que está a cargo de la empresa contratista Consorcio Arcopel, al servicio de la ANDE”. En el comunicado, la administración eléctrica indicó que un representante técnico de la mencionada empresa “contactó con el afectado a fin de interiorizarse de su estado de salud e informarle que la empresa contratista asumirá los costos derivados de su atención médica”.

Para el afectado, la ANDE le ofreció un paraguas cuando no se estaba mojando. “Tras enterarse de que yo cuento con seguro del IPS (Instituto de Previsión Social), fueron a mi casa a ofrecerme un resarcimiento económico por mis gastos médicos como compensación, pero yo no tuve gastos médicos y ellos lo saben”, dijo a Última Hora.

“Yo lo que digo es que sí quiero un resarcimiento, pero yo quiero un resarcimiento que sea acorde con lo que pasó, acorde con que yo casi perdí la vida, acorde con que de verdad la saqué muy barata, acorde con que ese pozo estaba ahí por desidia de la ANDE, que es la que le contrató a esta empresa Arcopel SA”, contó el perjudicado.

La administración eléctrica añadió que “en la zona de obras sobre la calle Presidente Franco y sus intersecciones, se sufre constantemente el robo de las tapas de los registros, sean estas provisorias (terciadas) y/o definitivas (cementos con varillas), para cubrir los registros construidos y en etapas de construcción”, hechos que incidieron “en el lamentable percance ocurrido”. “Asimismo, se cuenta con conos de señalización, carteles indicadores de la obra, mallas y cintas de señalización en las veredas donde se encuentran los ductos para el cableado subterráneo”, agregó. La verdad, dense un paseo por el centro a ver si encuentran todas las advertencias que dicen que están.

El daño hasta parece irreparable. El temor no se va de la noche a la mañana. Ya era difícil la cosa con una discapacidad visual, y ahora el evento traumático que empeora las cosas. ¿Quién le devuelve a la víctima la poca certidumbre que tenía caminando con el bastón, cuando sabe que alguna trampa mortal lo está esperando en el próximo paso? Es macabro, algo tienen que hacer las autoridades.

Esta Asunción está cada vez más pésima. Es un monstruo que ataca a sus habitantes, que no deja respirar aire puro, que expulsa a sus ciudadanos, donde en casi cada cuadra encontramos propiedades abandonadas o en venta. Solo me queda decirte “fuerza, Sergio”.

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