“Si puedo evitar que una persona acepte ese primer soborno y caiga por esa pendiente, habré cumplido mi misión”, asegura el jefe de Seguridad de la Misión de Estados Unidos en Paraguay, Jason Watson, en entrevista con Última Hora.
Quería hacer algo externo con la Academia Nacional de Policía, por lo que consultó al comandante Carlos Benítez si podía hacer un simposio de liderazgo e integridad en ese sitio.
“Fue muy cortés y me abrió las puertas, y fue en ese momento, cuando estaba frente a 800 cadetes, todos jóvenes, que tuve esta especie de sensación de orgullo abrumador de ver esta nueva generación de agentes de la ley”, agrega.
Watson mismo fue un uniformado, ya que formó parte de la Patrulla Estatal de Washington durante 20 años y luego fue instructor de jóvenes que querían ingresar a esa institución. Su experiencia también incluye ser parte de un equipo de operaciones especiales, similar a la Fuerza de Operaciones Policiales Especiales (FOPE) de Paraguay.
Se enteró de los casos de corrupción que afectan al Paraguay y particularmente dentro de la Policía Nacional, por lo que se puso a pensar en qué podía hacer él para “enlentecer ese proceso, probar o simplemente animar a cualquiera a completar su carrera en las fuerzas de seguridad para servir con honor y vivir con orgullo”.
Luego de ese simposio, creó un grupo de WhatsApp para los que atendieron y por un tiempo, compartía mensajes de ánimo, artículos o principios de liderazgo, pero quería crear “algo que fuera tangible, que la gente pudiera sentir, ver” y que él mismo podría compartir y continuar con ese mensaje e inclusive llevarlo más allá.
Rememora que se le ocurrió hacer monedas, pero son mucho más caras. Con ayuda de su familia, pudo hacer parches antes que esos pedazos de metal. “Supuse que sería la ruta más económica, pero rápidamente me di cuenta de que en Paraguay, los paraguayos prefieren tener parches antes que monedas de cualquier manera”, señala.
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Explica que eso es porque se puede usar y mostrar. Además, el parche es de cierre magnético, por lo que se puede poner y sacar. “Eso es inclusive mejor porque ahora ese mensaje se difunde aún más en vez de una moneda en el bolsillo”, sostiene.
Entonces creó el parche del Juramento Colectivo (en inglés The Collective Oath). Se trata de un ethos que se centra en los que responden al llamado para los primeros auxilios y su dedicación para servir y proteger, de acuerdo con Watson. “El parche mismo resalta todo lo que es importante para esos first responders”, expresa.
Muestra las palabras “valor y lealtad”. Watson señala que la primera se refiere a la dedicación que tienen, más la dedicación y el servicio, como también la dedicación a su propio juramento. Mientras que la segunda apunta a la dedicación que “tenemos con nuestra comunidad a la que servimos”.
El jefe de seguridad también pensó en un símbolo para el parche. Se le ocurrió usar un jaguareté, pero de color negro, como un símbolo de orgullo, que “un poco alimenta nuestro deseo de servir”.
Además, quiso incluir más de la cultura paraguaya en este proyecto por lo que eligió al ñandutí para representar también cómo el valor y la lealtad se combinan, o entrelazan.
Sumado a ese detalle, hizo que el ñandutí brille de noche. Eso representa que “inclusive en tiempos de oscuridad, debemos dedicarnos a las personas a las que servimos y recordarnos a nosotros mismos el juramento que hemos hecho. El color elegido es el violeta, que es una combinación del azul, por la Policía, el rojo, por el fuego que combaten los bomberos, y verde por los médicos.
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Watson señala que este parche lo recibirán aquellos agentes, bomberos o paramédicos que sirvan a su comunidad. Cuando ve a los bomberos en las calles pidiendo donaciones para afrontar sus gastos, por ejemplo, “creo que eso es admirable”, agrega. También proveerá algunos al comandante Benítez para que entregue a aquellos que quiera otorgarles este reconocimiento. Se trata de compartir los valores que el Juramento Colectivo representa.
Su objetivo principal era poder vender entre los funcionarios de la Embajada para donar lo recaudado a un fondo benéfico a favor de policías o bomberos que hayan sido heridos en sus tareas. Sin embargo, ya debe volver a los Estados Unidos y Paraguay es su última misión afuera.
Algunos paraguayos ya recibieron el parche y, según Watson, fue emocionante. Lo miran, lo tocan, lo sienten. “Cuando les digo que brilla en la oscuridad se sorprenden aun más”, agrega.
“Pero no es hasta que leen el Juramento es que juntan todo, en aquellas ocasiones donde les presento en su totalidad, hay un momento de reflexión. No es solo un agradecimiento por el parche, sino también un momento donde piensan acerca de su juramento, sus compromisos y dedicación para proteger y servir”, manifiesta. Pero también advierte que deben comprender que hay una carga como agente de la ley.
Entonces es como un “ida y vuelta” de reflexión y reconocimiento por lo que para Watson fue un honor compartir este parche con colegas paraguayos. Espera que logre una unidad cimentada en valores como menciona el parche y que trascienda los límites institucionales.
Su relación con Paraguay
Watson asegura que en 20 años como agente de la ley no tuvo un mejor compañero que un uniformado de la Policía Nacional. “Me siento muy afortunado de haber tenido esta colaboración con la Policía”, agrega.
Con respecto al país mismo, lamenta no haber podido explorar el país, conocer más a fondo y un poco también la región. Fueron tres años en que pasó por esta parte del mundo y quedó encantado con los paraguayos. “Me encantan los paraguayos, el staff de agentes que tenemos acá (en la Embajada), la camaradería y las relaciones que tuve dentro de la Embajada y afuera con mi iglesia”, menciona.
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Mientras que lo que menos le gustó, y fue fácil de responder como la anterior consulta es la conducción temeraria que vio a diario en el país. En su caso, es personal debido a que su padre falleció tras ser atropellado. Además, vio muchos casos de accidentes vehiculares y su impacto en las personas.
“Como un agente estatal, investigué centenares de accidentes serios, muchos de ellos fatales, y esos dejan una marca”, añade.
Inclusive él mismo tiene una herida que se le produjo tratando de rescatar a una mujer atrapada en un vehículo que cayó al agua por un conductor irresponsable.
“Entiendo la importancia de estar tranquilo acá, pero es algo que simplemente no puedo hacer cuando veo algunas veces la irresponsabilidad de pasar los semáforos”, recuerda.
