22 ago. 2025

Crimen organizado (II)

La última vez que se analizó en estas columnas el Índice Global de la Iniciativa Contra el Crimen Transnacional Organizado fue en 2021. En ese entonces, Paraguay no aparecía ni siquiera entre los 15 peor posicionados. Pero con una puntuación de 6,70 ya mostraba sospechas fundadas de que el país se había convertido en un centro de criminalidad y de delincuencia organizada. Tan solo dos años más tarde, en el 2023, Paraguay había escalado ya hasta el puesto número 4 entre los peor posicionados de los 193 Estados miembros de la ONU víctimas del crimen organizado, uniéndose a Colombia y México en lo más alto de la tabla siniestra que lidera Myanmar, país ubicado en la parte occidental del Sudeste Asiático continental. En los últimos años, la puntuación de Paraguay es ya de 7, es decir fue empeorando. La BBC Mundo contactó en los últimos tiempos, sin éxito, diversos estamentos públicos de Paraguay, como Ministerios y el Gabinete de la Presidencia, para analizar este resultado. Para los expertos consultados en esta región del así llamado Cono Sur de Sudamérica, el ascenso de nuestro país en ese ranking con malas calificaciones es reflejo de lo que ha estado ocurriendo durante años enteros.

La operación contra el narcotráfico y el lavado de dinero –la más grande de su historia– llamada A Ultranza PY, dirigida por la Secretaría Nacional Antidrogas del Paraguay (Senad) y llevada a cabo en 2019, lanzó una señal clara de que las cosas han cambiado para peor durante los últimos años en este país sudamericano. Aquella operación llevó a la destitución de dos ministros y el arresto de 24 personas por supuestos nexos con organizaciones narcotraficantes. Para Carolina Sampó, doctora e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina, los criminales en Paraguay se aprovecharon durante años “de la reputación del país como exportador de drogas para reenviar cocaína sin ser detectada y redirigirla a puertos de salida … como los que se inician en Buenos Aires o Montevideo”. Fue el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci en mayo de 2022 lo que realmente otorgó una dimensión internacional a lo que sucedía en Paraguay. Pecci investigaba sonados casos de corrupción y lavado de dinero cuando fue asesinado durante su luna de miel en Colombia.

Las autoridades en los países involucrados encontraron indicios sobre la autoría intelectual, que apuntaban al Primer Comando de la Capital (PCC), uno de los grupos delictivos de Brasil con ramificaciones criminales en varios países vecinos.

“Los mercados y actores criminales están en varios países. Estos mercados criminales interconectados y transnacionales aprovechan situaciones de liderazgo y gobernanza débiles”, afirman los autores de informes circulando por doquier. “Los puntajes de 2023 muestran que esa región... continúa dominando el comercio mundial de cocaína como principal mercado de origen de la droga”, añaden.

¿QUÉ PASÓ EN PARAGUAY?

Para empezar, coinciden los expertos, el país está situado en el corazón de Sudamérica y tiene frontera con enormes mercados como Argentina, Bolivia y Brasil. En la salida de las drogas a los mercados internacionales, la geografía paraguaya es un poderoso atractivo. A partir de esa circunstancia se suman al menos 8 factores que han convertido a este país sudamericano en un centro criminal:

1. PRESIÓN EN LOS PUERTOS DE ARGENTINA Y BRASIL

La mayor vigilancia existente en los puertos de Argentina y Brasil facilitó que Paraguay se convirtiera en un centro internacional de distribución de cocaína andina en función de la proximidad geográfica a dos de los principales productores de esta droga, Bolivia y Perú. “Eso es algo nuevo. La cocaína que viene de Perú, Colombia o Ecuador llega a Paraguay en avionetas y se traslada a los puertos de Buenos Aires y Montevideo, que están en el Atlántico, o pasa a través de los propios puertos fluviales del país. Desde aquí se empieza a remitir cocaína a países de Europa, África o incluso Medio Oriente”, afirma Juan A. Martens, investigador de la Universidad Nacional del Pilar y del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales de Paraguay (Inecip). “Los movimientos aéreos son movimientos cortos, lo que da mucha facilidad. En muchos casos ni siquiera hace falta que las avionetas bajen, sino que tiran la cocaína desde el aire en un campo y se vuelven”, dice la arriba mencionada Carolina Sampó.

2. USO DE LA HIDROVÍA PARANÁ-PARAGUAY

En esta llegada a los puertos del Atlántico juega un papel fundamental uno de los mayores sistemas navegables del mundo, en el que Paraguay se sitúa geográficamente: Es la hidrovía Paraná-Paraguay. Con una extensión de 3.442 kilómetros tiene ramificaciones en Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay. “Brasil es un mercado de 200 millones de personas. Por agua solo nos separa una hora del mayor estado brasileño. Desde Saltos del Guaira, al norte de Paraguay… se llega pronto… en lancha al estado de São Paulo, que tiene 45 millones de habitantes. Es muy fácil traficar por esa vía”, dice el ya citado Juan A. Martens.

3. DE MARIHUANA A COCAÍNA

Paraguay cultiva unas 7.000 hectáreas de marihuana al año. Este país “siempre ha sido un espacio territorial complejo en lo que tiene que ver con la criminalidad. La primera cuestión es la cantidad y la calidad de la producción de la marihuana en la zona de Pedro Juan Caballero y cómo esa producción de marihuana suscitó serios conflictos entre distintas organizaciones criminales brasileñas y los clanes locales”, dice Carolina Sampó. “Los niveles de consumo de marihuana en Brasil son muy altos y la calidad de la marihuana de Pedro Juan es la mejor en la región. Uniendo productores con clientes, el negocio es millonario en Brasil”, afirma la investigadora argentina.

Es a partir de la necesidad de controlar el movimiento de esa droga cuando se produce la expansión del narcotráfico. Paraguay pasó de ser el primer productor de marihuana de Sudamérica a uno de los principales distribuidores de cocaína también, pese a no producirla.

4. LA LLEGADA DEL GRUPO CRIMINAL BRASILEÑO PCC

Desde mediados de la década de 2010, el Primer Comando de la Capital, la mayor organización criminal de Brasil y, quizás de Sudamérica, ha ejercido una influencia significativa a través de la frontera en Paraguay, donde dominan los mercados de tráfico de drogas y armas.

“La presencia del cartel se extiende por todo Paraguay. La expansión del PCC a países vecinos y sus conexiones con redes internacionales subrayan la creciente influencia del grupo en América del Sur”, afirman los autores del Índice Global de Crimen Organizado, mencionado al inicio de esta columna.

La citada investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina, Carolina Sampó, explica que el PCC elige Paraguay para su expansión por una cuestión de cercanía con los nodos de distribución de marihuana y cocaína. “Su llegada tiene que ver con un primer desembarco para controlar la marihuana y después se va expandiendo hacia diferentes espacios de Paraguay, rurales y urbanos, donde recrear sus rígidas estructuras de organización criminal”.

A partir de aquí la organización amplía su negocio y empieza a mover la cocaína desde Perú y Bolivia hacia Paraguay y desde aquí hacia el puerto de Santos. Es el principal puerto de Brasil y de América Latina. Se encuentra localizado en el estado de São Paulo.

Posteriormente, se llega a la expansión hacia otras rutas sobre todo las que tienen que ver con el uso de la hidrovía y la salida al mundo a través de los puertos de Buenos Aires y Montevideo.

“El cartel nace en las prisiones. Es una organización criminal enorme y muy compleja. Para formar parte hay que ser bautizado, hay que pasar por un proceso de admisión”, dice la citada investigadora.

“Lo que empezamos a ver en el año 2018-2019 es que comienzan a haber bautismos, dentro de las prisiones de paraguayos, no de brasileños. Son paraguayos que empiezan a pertenecer al Primer Comando de la Capital PCC. Y de esa forma la organización amplía su base dentro del territorio paraguayo”, afirma ella.

5. NARCOPOLÍTICA

Distintos organismos internacionales afirman que Paraguay sufre de corrupción generalizada, que afecta a todos los niveles del Gobierno y de la sociedad tanto en el ámbito público como el privado.

“Los puntajes de Paraguay, Venezuela y Nicaragua sugieren que los criminales tienen un nivel preocupante de influencia dentro de la sociedad y las estructuras estatales”, se lee en el informe del estudio citado

La llegada de cocaína desde Paraguay a los puertos de Bélgica, Países Bajos y Alemania atrajo la atención de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Policial Europol, de la Drug Enforcement Administration, acrónimo DEA, y de otras agencias internacionales antidrogas, que visibilizaron el vínculo institucional que existe entre el crimen organizado y el poder público.

Martens recuerda los casos del ex diputado Juan Carlos Ozorio, imputado por lavado de dinero, tráfico de drogas y asociación criminal o el del senador Erico Galeano, que se encontraba procesado por lavado de dinero y asociación criminal. “Hay una impunidad sistemática”, se afirma en el mencionado estudio.

En esto coincide Carolina Sampó: “Las condiciones de fragilidad del Estado, debilidad institucional, altos niveles de corrupción y de impunidad, hacen factible que el PCC desembarque como organización criminal, se establezca y arregle con los clanes locales el reparto del negocio”.

6. NULOS CONTROLES Y FRONTERA POROSA

Se calculaba que entre Argentina y Paraguay había más o menos 200 pasos ilegales. En algunas partes la frontera se cruza con una lancha rápida en pocos minutos. Pero otro de los factores que hacen porosa la frontera paraguaya es la falta de recursos para controlar el espacio aéreo del país. Hasta hace poco, Paraguay no tenía radar para supervisar el cielo. “Era claramente una decisión política y una invitación a los grupos criminales transnacionales. Ha hecho que este territorio sea un imán de atracción para grupos de México, de Europa del Este, o de la mafia italiana”, afirma Juan A. Martens, investigador de la Universidad Nacional del Pilar y del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales de Paraguay (Inecip).

7. TRÁFICO DE ARMAS

Paraguay tiene una legislación favorable a la compra de armas y los requisitos para adquirirlas no son complicados. “En Brasil operan 73 grupos criminales y las armas que usan generalmente estos grupos pasan por Paraguay. Específicamente se destinan a las favelas cariocas. Estamos hablando de que llegan a Río de Janeiro, a Espíritu Santo, Minas Gerais y al nordeste brasileño”, dice Juan A. Martens. Y desde Paraguay se distribuye no solo armas de pequeño y mediano calibre, sino también municiones.

“Las armas abastecen a las organizaciones criminales brasileñas como el PCC o el Comando Vermelho”, apunta Carolina Sampó.

8. TABACO Y PRODUCTOS FALSIFICADOS FINANCIAN ACTIVIDADES CRIMINALES

Las rutas de las drogas se aprovechan para el tráfico de armas pero también para el contrabando de cigarrillos y de productos falsificados.

“Paraguay es un centro importante para el comercio ilícito de tabaco, tanto a nivel nacional como regional. La zona de la triple frontera de Paraguay, Brasil y Argentina es un corredor bullicioso para el tráfico de tabaco, que financia otras actividades criminales. Paraguay ocupó el puesto más alto en América en este mercado ilícito”, dice el informe del investigador Juan A. Martens. “Los cigarrillos paraguayos inundan gran parte de los países vecinos, impactando directamente en la recaudación de los Estados. Y es que una de las características básicas de las organizaciones criminales es estar en todo al mismo tiempo. A menudo se usan incluso las mismas rutas”, afirma Carolina Sampó.

De la mano del contrabando llega también el comercio de productos falsificados, otro mercado ilegal rampante en este subcontinente. El puntaje promedio de América del Sur de 6,25 (clasificación del Índice Global de la Iniciativa Contra el Crimen Transnacional Organizado, mencionado al comienzo de este artículo) coloca a esta megarregión ya en segundo lugar a nivel mundial. Perú y Paraguay tienen altos puntajes individuales y los dos países son evaluados como importantes para productos falsificados. Ciudad del Este en Paraguay es centro de distribución de los mismos, entre ellos ropa, zapatos, relojes, electrodomésticos y perfumes.

“Los grupos criminales en Paraguay se destacan por facilitar este comercio ilícito”, coinciden los citados investigadores.

EN CONCLUSION: Paraguay puede mejorar su lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico solo mediante la implementación de estrategias integrales que fortalezcan sus instituciones, mejoren la cooperación internacional y aborden las causas subyacentes de la delincuencia. Esto incluye la mejora de la seguridad ciudadana, la lucha contra la corrupción, el fortalecimiento de la Justicia penal, la prevención del delito y la promoción de la inclusión social.

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