La expansión económica se apoya principalmente en la recuperación del sector terciario. El mayor crecimiento económico se daría en el sector de servicios, cuyo pronóstico se ajustó al alza, pasando inicialmente de 3,4% a 4,0%, en línea con una mejor dinámica prevista para el comercio, así como para los otros servicios, destacando la intermediación financiera, los servicios a los hogares y los restaurantes y hoteles.
Igualmente, se sigue esperando una incidencia positiva del sector secundario, donde las construcciones verificaron una revisión al alza en su crecimiento en 0,6 puntos, subiendo a 4,9%. La mejora se explica por la mayor ejecución de obras públicas y privadas.
Por otro lado, el desempeño esperado tanto para el componente de electricidad y agua como para manufactura se mantuvo sin cambios respecto a la revisión anterior, afirmó el BCP.
Aunque se dio un ajuste a la baja de la proyección agrícola, apunta a que la ganadería muestra un repunte notable, con una expansión estimada del 2,3%. Asimismo, las importaciones se revisaron al alza en 0,4 puntos, pasando de 2,4% a 2,8%, en línea con el comportamiento previsto del consumo de los hogares y de las inversiones.
Inflación. Mientras tanto, en cuanto a la inflación, el BCP estima que el índice cerrará el año en 3,8%, levemente por encima del 3,5% de la meta establecida para el año y también un punto por encima de lo previsto en su anterior revisión, cuando fue de 3,7%.
El repunte en este indicador –según explicó el técnico Sebastián Diz junto con el economista jefe, César Yunis– se debe a factores “transitorios” como el aumento de precio en las frutas y hortalizas, así como en ciertos bienes durables influenciados por el tipo de cambio. En tanto, según afirmaron, se espera una reversión en los próximos meses, la inflación subyacente se mantiene bajo control, y no se contemplan cambios en la Tasa de Política Monetaria, que se mantiene en 6%.
El ministro de Economía, Carlos Fernández Valdovinos, ya había proyectado una expansión del 4% para el 2025. En una reciente entrevista, ratificó su proyección, valoró el impulso de los sectores no agrícolas y habló de avances en términos sociales.
Panorama global. A nivel internacional, el informe del BCP advierte sobre un escenario de alta incertidumbre, con tensiones comerciales y una desaceleración del crecimiento, cuya proyección se ajustó a la baja, pasando del 3,1% al 2,9%.
Uno de los sectores que quedaría un poco rezagado del dinamismo económico que se avizora es el complejo sojero. Según se detalla, la agricultura se revisó a la baja, pasando de 2,0% a 0,6%, ya que se estima una menor producción de soja respecto a lo inicialmente estimado, por las condiciones climáticas adversas. Las exportaciones mostrarían una menor expansión, situándose en 3,0%, con una caída de 5 puntos, ante menores envíos de granos. En el cuarto trimestre del 2024, el sector agrícola ya registró una caída interanual de 4,3%, pero, pese a ello cerró el año con un crecimiento acumulado de 2,8%, explicado por los mayores niveles de producción de soja, trigo, arroz, algodón y yerba mate, aunque la producción de maíz mostró una retracción.
De acuerdo con el informe del BCP, en Argentina se proyecta un crecimiento mayor al previsto anteriormente, así como la inflación continuaría desacelerándose. Para el 2025, la proyección de crecimiento del vecino país se ajustó al alza, de 4,0% a 4,5%, ante una menor inflación. Además, ante este escenario positivo, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) continuó reduciendo su tasa de política monetaria. Al respecto, desde el BCP afirmaron que estas perspectivas de mejoras para Argentina podría terminar impactando de forma positiva en Paraguay. Esto, teniendo en cuenta que se trata de un país de destino importante de las exportaciones paraguayas.