El ex diputado cartista Orlando Arévalo, investigado por presunto lavado de dinero, y su esposa, la concejala Carolina González, fueron escrachados mientras realizaban compras en un centro comercial capitalino.
Fue la abogada y activista anticorrupción Esther Roa quien encontró a la pareja paseando y realizando compras de forma campante y aprovechó para escracharlos públicamente y subirlo a su red social, donde recibió las felicitaciones de una gran mayoría de personas.
El ex diputado, quien fue expulsado de la Cámara Baja por el escándalo de los audios con Lalo Gomes, se encontraba en la caja de pago, con González, cuando Roa comenzó a escracharlos.
La activista se acercó a la pareja y grabó con su celular. En ese momento, aprovechó para recordar a las personas que estaban cerca y miraban asombradas, quién es Orlando Arévalo.
“Orlando Arévalo, la inmisericorde justicia hace que cuando uno sale para relajarse se encuentre con personas que tienen cuentas con la Justicia”, fue lo que manifestó.
“A lo mejor la gente no sabe quién es Orlando Arévalo. Fue presidente del Jurado de Enjuiciamiento y la Fiscalía no tuvo el coraje de allanar su casa para saber si realmente ahí se negociaba o no el blanqueo de jueces y fiscales”, señaló. El ex diputado y su esposa solo atinaron a emitir sonrisas nerviosas y no levantaron la mirada.
Roa les dijo que este es el momento cuando la ciudadanía tiene que pasar la cuenta. “Si la Justicia se calla, que no se calle la gente”, expresó.
“Hoy tenemos que hacer el esfuerzo de que esto no quede en vano, por nuestros hijos, por aquellas personas que quieren una justicia independiente en donde no se trancen el blanqueo de jueces y fiscales, en donde vayan que no tengan paz”, sostuvo Roa.
En un momento dado, Arévalo, ya hastiado, intentó hacer pasar la situación ofreciéndole a su escrachadora unos bombones, pero esta sin embargo no aceptó.
“Falta mucho por recorrer todavía en Paraguay, pero estas iniciativas ciudadanas nos permiten saber que aquellos lugares donde están algunas personas, ahí está la injusticia”, manifestó.
No obstante, esta no es la primera vez que la pareja es escrachada. En Lambaré ambos son constantemente hostigados y denunciados.
El pasado 8 de febrero, Arévalo renunció a la Cámara de Diputados al estar involucrado en un supuesto esquema de corrupción, que quedó en evidencia por la difusión de algunas conversaciones.
Arévalo fue implicado en un esquema de favores, blanqueos a jueces, fiscales y presunto tráfico de influencia en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM) en el periodo que ocupó la presidencia del organismo extrapoder.
La pareja también fue denunciada por incumplimiento de pagos en la construcción de la mansión que poseen. El presupuesto total de todas las mejoras y refacciones dentro de la vivienda alcanzó un monto total de G. 1.366 millones. Sin embargo, cuando se le requirió ese monto, la pareja denunció a la constructora por estafa y actividades peligrosas en la construcción valiéndose de su influencia en la justicia.
“Tenemos que hacer el esfuerzo de que esto no quede en vano”, exclamó la abogada Esther Roa.
Verlos ahí tan relajados me causó dolor e impotencia, realmente. La investigación en la UDEA aún no avanza.
La Fiscalía no tuvo el coraje de allanar su casa para saber si ahí se negociaba o no el blanqueo de jueces y fiscales. Esther Roa, activista anticorrupción.