Los doctores de confianza que examinaron a Villalba son del Sanatorio Santa Bárbara: Roberto Almirón, Guillermo Sequeira y Rosa María Bogarín, confirmó el abogado, según publicaron en el portal digital judiciales.net.
Aguayo informó el diagnóstico preliminar al Tribunal de Sentencia, por lo que este ordenó que Villalba quede internado en el Centro de Traumas, ex Emergencias Médicas. El abogado mencionó que el neurocirujano Marcelo Rivas es el que está a cargo del tratamiento de su defendido.
El defensor mencionó también que los guardiacárceles quisieron llevar de vuelta al penal a Villalba, pero que los médicos del Centro de Traumas no lo permitieron debido a su estado de salud, ya que, incluso, tiene el brazo izquierdo y la pierna izquierda paralizados.
El abogado acotó que los doctores dijeron necesitar 48 horas para realizarle los estudios y análisis, de modo a dar un diagnóstico definitivo.
El médico de guardia del Poder Judicial, Leonardo Zarza, sin embargo, minimizó esta mañana lo ocurrido y dijo que el acusado estaba en perfectas condiciones de salud.
El abogado lamentó también la manera poco profesional en la que Zarza le trató a su defendido y enfatizó que su diagnóstico fue “terriblemente perjudicial”.
El tribunal convocó a las partes para este viernes a las 08.00 y en la ocasión resolverán respecto de la continuidad del juicio.
Rubén Villalba, principal acusado por la masacre de Curuguaty, se desmayó durante el juicio que se lleva a cabo este jueves en el Palacio de Justicia.
Son 12 los campesinos acusados por la matanza que ocurrió en junio del 2012, donde fallecieron 11 labriegos y 6 policías tras un confuso procedimiento policial.
El hecho ocurrió en Marina Cué, Curuguaty, lugar que los labriegos ocupaban alegando que las tierras pertenecían al Estado, en tanto que la firma Campos Morombí, de la familia del colorado fallecido Blas N. Riquelme, se adjudica su titularidad.
La masacre de Curuguaty también sirvió de base al Partido Colorado para impulsar un juicio político contra el presidente Fernando Lugo, que fue destituido una semana más tarde tras un juicio político resuelto en menos de 24 horas.