07 dic. 2025

Tras más de 100 años, nacen crías silvestres de guacamayo rojo en Argentina

Por primera vez en más de 100 años, una pareja de guacamayos rojos, una especie de la familia del loro, tuvo pichones en libertad en el Parque Nacional Iberá, un área protegida de 708.000 hectáreas situada en la provincia de Corrientes, al Norte de Argentina, de donde estos animales desaparecieron hace más de un siglo.

guacamayos.jpg

Un pichón de guacamayo rojo silvestre nacido en el Parque Nacional Iberá.

Foto: EFE.

Según la fundación Rewilding Argentina, organización responsable de la reintroducción del guacamayo rojo en su hábitat natural, hace alrededor de una semana eclosionaron los primeros huevos de una pareja primeriza de esta especie, a los cuales les suele costar mucho esfuerzo sacar a sus pichones adelante.

A partir de ahora, las crías serán alimentadas directamente por sus progenitores, aunque el personal de la organización vigilará estrechamente el proceso para que no haya ningún tipo de problema.

El nacimiento de estos guacamayos rojos sucede cinco años después de que Rewilding Argentina, en colaboración con las autoridades nacionales y provinciales, iniciara un proyecto de reintroducción de esta especie en Iberá, un proceso muy lento y que requiere de la reproducción de los individuos reintroducidos para que tenga éxito.

Para ello, personas particulares, zoológicos y centros de rescate de fauna, como el Ecoparque de Buenos Aires, la fundación Temaikén y el bioparque La Máxima de Olavarría, donaron varios ejemplares a la organización, que en 2015 comenzó a preparar, de forma paulatina, la vuelta del guacamayo rojo a la naturaleza.

Lea también: Amanaci, el jaguar que no sabe si podrá volver al Pantanal

Aunque el paso de las aves en cautiverio a la vida silvestre no fue nada sencillo: primero los guacamayos debieron aprender a volar, a orientarse en los cielos, a buscar e ingerir frutos de la naturaleza y a evitar a los depredadores que los acechan, como gatos monteses y zorros.

En cualquier caso, hoy son varias las parejas consolidadas que surcan los cielos correntinos, visitando incluso pueblos de la zona, como Ituzaingó, Apipé, Loreto y Villa Olivera, con un comportamiento “ejemplar” de la inmensa mayoría de los vecinos, según Rewilding Argentina.

Nota relacionada: Estudio alerta de la amenaza sobre especies raras y su papel ecológico clave

De hecho, la reintroducción del guacamayo rojo contribuirá a la recuperación de los bosques nativos de la región, puesto que, al comer frutos y dispersar semillas por el suelo, cumplen con su rol ecológico y ayudan al buen funcionamiento del ecosistema.

La presencia de esta ave de rojos plumajes también atraerá a turistas al recientemente creado Parque Nacional Iberá, en donde, poco a poco, multitud de especies amenazadas o prácticamente extintas están volviendo a habitar.

Más contenido de esta sección
Técnicos del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) llegaron hasta el barrio Ykua Naranja de la ciudad de Itauguá, Departamento Central, para el rescate de un ejemplar juvenil de aguará’i, también conocido como zorrito, o con su nombre científico Cerdocyon thous.
El proyecto Felinos del Buen Pastor culminó con el rescate de 41 gatos tras el cierre definitivo del ex Centro Penitenciario para Mujeres Casa del Buen Pastor. Todos los animales fueron castrados, garantizando su bienestar y control poblacional.
Una serpiente coral, una de las especies más venenosas del país, apareció en el patio de una vivienda del barrio Santa María de la ciudad de Concepción causando gran susto a los habitantes de la casa y a los vecinos.
En el marco de una de las fechas conmemorativas del Día del Gato, la Parroquia San Juan Bautista de Santa Fe, Argentina, ofreció por primera vez una ceremonia religiosa comunitaria para bendecir solamente a las mascotas felinas. Logró una importante convocatoria.
Un cachorro de puma, que fue rescatado en Katueté, del Departamento de Canindeyú, recibe ahora atención en el Hospital Faunístico de Hernandarias, de Alto Paraná.
La ballena boreal es uno de los mamíferos más grandes y longevos del mundo, con una esperanza de vida que podría superar incluso los 200 años, ¿por qué? Un equipo científico internacional apunta que esta notable longevidad podría deberse a una mayor capacidad para reparar mutaciones en el ADN.