29 abr. 2024

Soberbia y falta de credibilidad

El presidente Santiago Peña, hasta ahora, minimizó la protesta de los estudiantes de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) en contra de su buque insignia: La Ley del Hambre Cero. Y esta actitud no solo es del primer mandatario, sino también de sus ministros, que también tiraron dardos contra los estudiantes.

Todo esto se da por la falta de credibilidad del primer mandatario, ya que si bien habla de que se blindó el Arancel Cero para los universitarios, no aclara de dónde van a provenir los fondos para hacerlo. Por eso es que no logró desactivar la protesta, porque no le creen, y la credibilidad hace fuerte o débil a un Gobierno.

Es más, el presidente, en su intervención en un programa televisivo el domingo pasado, señaló: “Es una cuestión de la democracia. Muchas veces, la minoría, y es una minoría que muchas veces es más ruidosa, y obviamente sabemos que nosotros competimos con la atención del público, con los medios de comunicación, el Gobierno trata de captar la atención de los ciudadanos y los medios también”.

Se nota que el titular del Poder Ejecutivo está actuando con soberbia y, como dice una frase bíblica, “la soberbia precede al fracaso; la arrogancia anticipa la caída”.

Es que no se puede minimizar el reclamo de los estudiantes de la universidad más antigua del país, con casi 135 años de historia, más de 47 mil estudiantes, que sobrepasa los 9 mil docentes, y que figura en los ránkings internacionales por el Paraguay.

Es más, la mayoría de los intelectuales conocidos y gobernantes de nuestro país, fueron egresados de esta alta casa de estudios. Aclaro que estoy dentro de las generales de la ley en este caso.

A esto se suma su ministro de Economía, que incluso se burló de ellos, señalando que no entendían las cosas. Por su parte, su ministro de Educación, dijo a una emisora radial que los mismos usaban “una lógica de cascote. Tiramos todos los cascotes que podamos a ver si el árbol cae. Es una dinámica en la que no podemos avanzar”.

El Gobierno debería cambiar de estrategia, porque enfrentarse a los estudiantes no puede ser bueno para su administración. Recordemos que, en el 2015, estos hicieron una protesta que movió los cimientos de la UNA, sacando al entonces rector, ahora condenado a prisión.

Lo que hace con sus críticas es unir a los universitarios que se sienten menospreciados por el primer mandatario, cerrando la posibilidad de un acuerdo. Ahora inclusive se unen alumnos de otras universidades estatales.

Como ejemplo tenemos que el presidente firmó el lunes el Decreto N° 1524, por el que reglamentó el artículo 2 de la ley que establece el Arancel Cero, con la esperanza de desactivar las protestas.

No obstante, no fue su decreto, sino sus dichos los que tuvieron una rápida respuesta de los estudiantes que convocaron a una marcha para “unir a la minoría” en contra de su cuestionada normativa promovida por el Ejecutivo.

Otro punto que se nota también, a juzgar por las declaraciones del presidente, es que no quiere oír voces disidentes. Critica a la prensa a la que ve como una enemiga porque supuestamente solo publica lo malo del Gobierno.

Incluso, Santiago Peña defendió el proceso para sancionar la Ley HC (Hambre Cero), donde todos vimos que no hubo siquiera debate, sino que se impuso la aplanadora colorada.

Es evidente que en estas condiciones, la criticada ley, que no tuvo debate en el Congreso, va a seguir siendo muy cuestionada. Blindar el Arancel Cero con fondos que no son seguros, como el Presupuesto General de Gastos de la Nación, tampoco da esperanzas a la ciudadanía en general.

Un presidente debe anticipar lo que puede ocurrir, no actuar sin pensar. Y una de las peores cosas es actuar con soberbia, más frente a los estudiantes universitarios, que en cualquier momento pueden poner en aprietos a su Gobierno.

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