Me llamo Simeona Acosta, tengo 72 años y soy oriunda de la ciudad de Capiatá. Actualmente, vivo en el barrio Añaretã’i de Asunción. Hace 50 años me dedico a vender remedios yuyos, pindo, carrulim y flor de coco en el Mercado Cuatro. Prácticamente, toda mi vida me dediqué a este trabajo.
Mi infancia fue difícil porque provengo de una familia muy humilde y mi mamá era soltera. Ella sola tuvo que criar de mí y mis hermanos para salir adelante, pero a pesar de eso pudimos estudiar y yo terminé mis estudios hasta el tercer curso de aquella época. Ella se dedicaba a lavar ropas a mano de los vecinos en nuestra casa, ella era una mujer muy luchadora y trabajadora, se esforzaba todos los días por nosotros desde muy temprano.
Desde chicos le ayudábamos a mamá en las tareas de la casa y éramos independientes. Mi tía empezó teniendo un puesto en el Mercado 4 de venta de remedios yuyos en general y desde muy chica yo le acompañaba y le ayudaba en su trabajo, todos los días me levantaba a las 02:00 y viajábamos en colectivo desde Capiatá para llegar al mercado muy temprano, realmente era muy sacrificado.
EXPERTA EN REMEDIOS MEDICINALES
Cuando fui creciendo, con los años me hice experta en los remedios yuyos porque veía cómo mi abuela y mi mamá preparaban remedios naturales, eran dos recetas para curar la gripe y el dolor de garganta. Ellas preparaban una bebida compuesta con agrial, limón y miel de abeja, como también horchata.
Cuando mi tía empezó a vender ese remedio casero, el negocio tuvo mucho éxito porque mucha gente se nos acercaba y nos contaban que se curaban y que mejoraban su malestar.
Luego de unos años me decidí a tener mi propio puesto en el Paseo de los Yuyos del Mercado N° 4 sobre las calles Pettirossi y República Francesa para vender todo tipo de remedios naturales y por eso me mudé en el barrio Añaretã’i, a unas cuadras del mercado, para estar cerca.
Lo que más vendo ahora son los remedios refrescantes para mate, manzanilla, boldo, anís, cangorosa, raíz de malva, coco, y muchos más.
Mi mamá falleció hace diez años y fue uno de los momentos más difíciles de mi vida, porque ella era todo para mí y fui la que más estuvo por ella en toda su vida, porque mis hermanos salían afuera a trabajar y hasta ahora le extraño y me hace mucha falta, pero nunca me rendí y pude salir adelante. Las cosas buenas que aprendí le debo a ella, su humildad, trabajar honradamente y hacer el bien por los demás.
LEGADO FAMILIAR
Hasta hoy en día yo preparo los remedios caseros que hacía mi mamá y mi abuela y realmente no me puedo quejar de mi trabajo, porque tengo clientes de otros países que compran mis productos, por ejemplo vienen de Argentina, Holanda, Brasil, ellos vienen por recomendaciones de otras personas que compraron en mi local. Para mí eso es un orgullo muy grande, porque me hace bien que mis remedios les pueda curar a muchas personas y que a través de eso me conozcan. En la pandemia del Covid se vendía mucho mis remedios y gracias a eso mucha gente ni siquiera se resfriaba, tenían muchas defensas y por eso en la época de cuarentena estuve bien y no me faltó nada económicamente gracias a Dios.
Yo soy una persona sana, todos los días me levanto a las 06:00 para venir a mi puesto y hago mis gárgaras con las recetas caseras de mi familia. Creo que es muy importante que se le dé más importancia a los remedios naturales, porque hoy en día todo lo que tomamos y comemos es procesado y por eso muchas veces nos enfermamos.
Ahora, por ejemplo, se toma demasiada gaseosa y otras comidas con químicos y por eso la gente no tiene muchas defensas y se resfría con facilidad. Los remedios yuyos tienen demasiadas propiedades para desintoxicar nuestro organismo.
Cuando llega Semana Santa lo que más vendo son las palmas o pindo como se le conoce comúnmente. Yo preparo las palmas de forma tradicional con los remedios siempre vive, ruda y romero, que según la leyenda antigua esto aleja a la mala suerte y la enfermedad en la casa.
Yo estoy sola en mi negocio y desde temprano les espero a mis clientes y les trato bien y por eso creo que soy muy querida acá. Ahora también tengo mis redes sociales que me crearon mis nietos y me pueden encontrar como Ña Simeona Yuyitos.
Le insto a las personas y sobre todo a las mujeres a que nunca se rindan, por más difícil que sea y que nunca pierdan la fe en Dios, porque creo que eso es lo que hace falta en la sociedad.
Por más de que yo trabajé desde chica, con este trabajo yo pude sacar adelante a mis hijos, ellos ahora son todos profesionales, tienen su trabajo, su casa, su vehículo propio.
Lo principal, creo yo que me ayudó a salir adelante, es no tener envidia ni competir con los demás, uno tiene que enfocarse en su propio trabajo y hacerlo con mucho amor y sacrificio.