El informe, elaborado en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, advierte también que la región registra las tasas más altas de mortalidad infantil del país y elevados niveles de pobreza estructural, con más de dos tercios de las viviendas presentando al menos una necesidad básica insatisfecha.
En los tres departamentos chaqueños –Alto Paraguay, Boquerón y Presidente Hayes– las tasas de egreso educativo apenas se ubican entre el 30,7% y el 38,8%, lo que refleja que la mayoría de los estudiantes no completa la educación formal.
La falta de infraestructura educativa agrava el problema: tres de cada diez comunidades indígenas no cuentan con escuela o colegio.
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El boletín Niñez y Adolescencia en el Chaco Paraguayo señala que en esta región viven 71.303 niñas, niños y adolescentes, de los cuales más de la mitad tiene menos de 10 años.
Entre la población indígena, el 39,93% son menores de 20 años. Sin embargo, el 55,33% de los hogares carece de acceso a agua corriente y el 67,29% presenta al menos una necesidad básica insatisfecha.
La situación sanitaria también preocupa. Cuatro de cada diez Unidades de Salud de la Familia (USF) que atienden a comunidades indígenas carecen de medicamentos suficientes.
Alto Paraguay lidera el índice de mortalidad en menores de un año a nivel nacional, seguido por Amambay, Boquerón y Presidente Hayes. Asimismo, 1.845 niñas, niños y adolescentes viven en entidades educativas residenciales y privadas, y 893 fueron víctimas de violencia intrafamiliar.
La CDIA señala que la Región Occidental, caracterizada por su riqueza cultural y natural, enfrenta una exclusión persistente que limita el ejercicio de derechos básicos. Mientras que en esta zona una de cada tres personas es indígena, en la Región Oriental la proporción es de uno por cada cien.