La mamá de Wilma Castillo Noguera (30), embarazada de tres meses, dijo que le llama la atención que la pareja de su hija no se haya comunicado con ella, para saber cómo está, tras ser atacada durante un asalto en la ciudad de San Lorenzo. Pide justicia y que la Fiscalía investigue a fondo el caso.
Con dolor e impotencia, Dominga Noguera Villalba la describió como buena hija, una madre responsable y una estudiante dedicada. Además de su embarazo, ya es madre de gemelos y está en el último año de la carrera de Enfermería.
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“Ojalá que la Fiscalía y la Policía Nacional puedan aclarar lo sucedido. Quiero justicia, casi mataron a mi hija”, reclamó la madre, quien sospecha de un plan de homicidio, más que un robo agravado, y dice que el principal responsable de todo sería la pareja actual de la mujer.
El hombre fue identificado como Martín Antonio Vera, un camionero que su hija conoció hace aproximadamente un año y quien no volvió a comunicarse con ninguna de las dos tras lo ocurrido, informó el fotorreportero Juan Agüero.
De acuerdo a los datos preliminares, la embarazada se resistió a un asalto y recibió tres disparos de arma de fuego por parte de dos motochorros, quienes le despojaron de su aparato celular, además de su cartera con documentos personales y dinero.
Según la madre, ese día la hija fue citada por su pareja, que se encontraba en un taller en San Lorenzo, para darle dinero, ya que tenía que realizarse unos estudios prenatales.
Pero, poco antes de llegar a su destino, Wilma fue atacada. Ocurrió sobre la calle Avelino Martínez casi Arsenales, frente al depósito del Ministerio Público.
Afortunadamente, fue auxiliada y trasladada en un vehículo particular hasta el Hospital Materno Materno Infantil de San Lorenzo. Posteriormente, fue derivada hasta el Hospital de Trauma, donde se encuentra internada.
La madre y el bebé están fuera de peligro, pero permanecerán 48 horas en observación.
Detenidos
Poco después del hecho, la Policía Nacional detuvo a dos sospechosos identificados como Marco Brítez Armoa, de 26 años, y Roque Javier Vera, de 43, quienes, según doña Dominga, habrían actuado en complicidad con Martín Vera.
El último tiene antecedentes por robo agravado (año 2006), posesión y tenencia de estupefacientes y drogas peligrosas (año 2014) y robo con resultado de lesión grave (año 2014).
Del poder de ambos, lograron incautar una motocicleta de color negro, un revólver calibre 22 milímetros con siete cartuchos, de los cuales tres fueron percutidos.
Además, se recuperó una cartera con documentos personales y el aparato celular de la víctima. Pero ya no encontraron el dinero que llevaba Wilma en la cartera, producto de la venta de vacas lecheras de su madre.
Madre e hija son oriundas de la ciudad de Maracaná, Departamento de Canindeyú.