16 oct. 2025

Por más jóvenes así

El aluvión de noticias de cada día va dejando atrás el levantamiento que en su momento hicieron los jóvenes contra la corrupción en el gobierno de Santiago Peña, tema que rápidamente trató de ser sepultado y criminalizado por las propias autoridades.

Poco antes de ese encendido escenario había aparecido un estudiante secundario, cuya aparición me había parecido muy oportuna para ese contexto.

Su figura emergió en medio de una de las peores épocas de la era democrática que atraviesa Paraguay, una vez más, en manos del Partido Colorado.

Se trata de Julio Ortiz, de 17 años; su video se hizo viral, porque tildó de figuretis en una audiencia pública de la Cámara de Diputados a los legisladores Rodrigo Gamarra, Yamil Esgaib y Jatar Oso Fernández.

Cuando este adolescente emergió en ese entonces, rebrotó la pequeña esperanza de que puede haber más chicos así en nuestro país.

Todos los días se habla del hartazgo generalizado hacia las autoridades en Paraguay y, sin embargo, esto aún no se vio materializado en un repudio más general.

La manifestación de jóvenes a finales de setiembre fue una especie de cháke para nuestras autoridades, que se apuraron en responder con brutalidad.

Tuvimos y tenemos varios casos de nepotismo en el Congreso Nacional, que son repudiables de cualquier manera. ¿Cuál es el político que fue inhabilitado, sancionado o imputado por estar involucrado en los casos nepobabys?

Apenas contra dos diputados se abrieron causas en el Ministerio Público y ambos son liberales. Los otros son colorados y gozan actualmente de impunidad.

Saltaron a la luz el uso indebido de vehículos del Estado por parte de las senadoras Zenaida Delgado y Noelia Cabrera. Esta última, además, tenía sobrinos contratados en la Cámara Alta que no se iban a trabajar, pero igual cobraban sus salarios. ¿Cuáles fueron las medidas que le impusieron a ellas?

Y el caso del legislador Hernán Rivas, el de título falso, ¿cómo va? La Fiscalía tiene una causa al respecto que data del 2020. Tres años más tarde reflotó porque asumió como presidente del Jurado de Enjuiciamientos de Magistrados. Él presentó renuncia. Hubo un intento de sacarlo del Congreso por vía de la pérdida de investidura y fue salvado por el cartismo. Quedó constancia de que gozaba de protección política.

De la denuncia en su contra pasaron cinco años. Al menos, el caso ahora fue elevado a juicio oral.

Por un camino similar va el caso del senador Erico Galeano, vinculado al crimen organizado porque se encontró una factura de la ANDE a su nombre en una casa allanada en el megaoperativo A Ultranza PY, que tenía por objetivo a Tío Rico y Sebastián Marset.

Incluso existe una denuncia penal contra el presidente de la República por el caso de los sobres con dólares en Mburuvicha Róga. ¿La Fiscalía se movió con inmediatez al respecto? Probablemente lo que dejaron en evidencia una vez más es su cuestionada selectividad en las causas. Para los amigos, todo. Para los enemigos, garrote.

Por eso es que, frente a toda esta coyuntura, Julio puede ser un ejemplo de inspiración para otros jóvenes, porque dice lo que piensa sin titubear. Se expresa con libertad, más allá de aquellos comentarios maliciosos que lo vinculan a políticos opositores, para deslegitimar sus ideas.

Ojalá que la inspiración también llegue a los adultos jóvenes y mayores, de modo que se animen sin miedo a exponer lo que sienten. Para que se animen, en otras palabras, a ejercer su derecho.

Porque en estos tiempos, cada vez más, es un derecho que realmente se está perdiendo porque el propio Estado, en la administración de Peña, dio un mensaje en la protesta convocada por la Generación Z: si criticás, te reprimimos, y si protestás, también.

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