13 jul. 2025

Paraguay, el puerto seguro para las inversiones europeas

Mientras varios países de América del Sur atraviesan turbulencias tanto económicas como políticas, Paraguay capta, de forma discreta pero constante, el interés de los inversores europeos. Silenciosamente, el país enclavado en el corazón del continente se posiciona como una alternativa confiable y atractiva para la inversión extranjera. Durante su gira a Sudamérica en Marzo, tuve el honor de acompañar al presidente Federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, y hablé con los empresarios e inversionistas que acompañaron a la delegación. Pero, ¿en qué aspectos concretos destaca Paraguay? ¿Y qué buscan realmente los inversores?

Paraguay sobresale por dos elementos esenciales: Una política fiscal baja y una matriz energética sostenible y económica. A esto se suma la continuidad en sus lineamientos fiscales a lo largo de los años, lo que ha permitido construir un marco normativo amigable para el inversor extranjero. Además de una estructura fiscal atractiva, Paraguay ofrece otra ventaja clave: La ausencia de una sobrerregulación económica excesiva, a diferencia de muchos países europeos. Tanto los empresarios locales como los extranjeros en Paraguay operan en un entorno donde las normas no cambian de forma arbitraria ni abrupta. Esta estabilidad genera confianza y fomenta un clima de inversión que favorece el crecimiento económico sostenible y a largo plazo, y convierte a Paraguay en uno de los sistemas fiscales más competitivos del continente.

Mientras muchos países aún se encuentran en proceso de transición hacia fuentes renovables, Paraguay hace décadas que demuestra que es posible crecer utilizando energía limpia y sostenible. Las hidroeléctricas binacionales Yacyretá e Itaipú lo convierten en un referente regional en este ámbito. Un beneficio adicional radica en los bajos costos de producción asociados al sector energético: En un contexto en el que los costos industriales en Europa se han disparado, el mercado paraguayo ofrece ventajas concretas, especialmente para las pymes europeas.

Otro factor clave para entender el atractivo de Paraguay es su posición geográfica estratégica. Aunque es un país sin litoral marítimo, su pertenencia al Mercosur le otorga acceso a un mercado ampliado de millones de consumidores. A esto se suma su posición central en el continente y la creciente interconectividad regional, potenciada por proyectos como la Ruta Bioceánica, que facilitará la integración logística con potencias económicas. Además, su política exterior es económicamente orientada, pragmática y con una visión de sostenibilidad internacional, lo que refuerza su papel como socio confiable en la región.

Adicionalmente, también la estructura demográfica de Paraguay ofrece ventajas. Mientras que en muchos países europeos las tasas de natalidad disminuyen y la escasez de mano de obra calificada se agrava, Paraguay se destaca por tener una población joven y en crecimiento. Esta ventaja demográfica representa no solo un gran potencial en términos de fuerza laboral futura, sino también una señal clara de dinamismo económico a largo plazo. Para las empresas que apuestan por la formación, el desarrollo local y la permanencia en el país, Paraguay brinda condiciones favorables para un crecimiento económico sostenido.

En conclusión, son múltiples factores interconectados los que convierten a Paraguay en un destino especialmente atractivo para la inversión. No hablamos solo de una política fiscal favorable, su estructura demográfica o de costos energéticos competitivos. El hecho de que Paraguay lleve décadas apostando por la energía limpia demuestra que crecimiento económico y sostenibilidad pueden ir de la mano, y le otorga al país un sello distintivo en la región.

Por último, no hay que olvidar el valor estratégico de su posición comercial: A pesar de no contar con salida al mar, Paraguay garantiza acceso a un mercado de millones de consumidores a través del Mercosur. Esto refuerza aún más su perfil como hub estratégico para el comercio y la inversión internacional.

Todos estos elementos convierten al país en mucho más que un “secreto bien guardado”; lo convierten en un destino sólido y sostenible para invertir en el corazón de Sudamérica.

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