“Hamás sintió inmediatamente nuestro poder; los atacamos con 153 toneladas de bombas”, dijo el mandatario israelí durante su intervención este lunes en la Knéset (el Parlamento israelí), en declaraciones recogidas por el medio local Ynet.
Los bombardeos que golpearon el norte, varios campos de refugiados del centro, la abarrotada playa de Mawasi y la zona sureña de Rafah mataron a 45 personas y dejaron 158 heridos, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad de la Franja.
Sin embargo, el mandatario israelí aseguró que el Ejército atacó “decenas de objetivos en toda la Franja de Gaza” y eliminaron “a muchos terroristas, incluidos altos mandos”.
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“Dejé claro desde el principio que un alto el fuego no es una licencia para que Hamás nos amenace. Acordamos con Trump que el poder militar y el gobierno de Hamás serían eliminados”, agregó.
Israel sostiene que durante la mañana del domingo milicianos de Hamás lanzaron un misil antitanque y varios disparos contra soldados apostados en la ciudad sureña de Rafah, que resultaron en la muerte de dos de sus soldados.
El grupo palestino, por su parte, desmintió haber participado en una operación lanzada contra soldados israelíes, además de asegurar que no tiene contacto con ningún miliciano en esa zona, que controla totalmente Israel.
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Además, los islamistas acusan a Israel de haber violado en 80 ocasiones el alto el fuego desde su entrada en vigor, el pasado 10 de octubre.
Desde entonces, según datos de Sanidad, los ataques israelíes han matado a 80 personas y han dejado a más de 300 heridas, además de que se han recuperado 436 cadáveres de entre los escombros.
Fuente: EFE.