Samer Alwazir, ciudadano palestino nicaragüense que vive en el norte de la ciudad ocupada de Gaza, afirmó que los ataques bélicos siguen en la zona, que sigue siendo crítica la situación humanitaria y que la población sigue en zozobra a pesar del acuerdo de cese al fuego anunciado por las partes en conflicto.
“Ayer atacaron dos pequeños municipios, murió mucha gente”, relató el extranjero en comunicación con radio Monumental 1080 AM. El palestino criticó al Estado de Israel por la violencia que se da en la zona y la muerte de la población civil.
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Explicó que la mayoría de la población no comparte la lucha de la organización política y paramilitar palestina Hamás, acusada de actos terroristas por parte de Israel.
“Si tú vas a iniciar una guerra, tienes que saber distinguir lo que es civil y lo que es soldado, para empezar. Aquí, o sea, tal vez menos del 1% de la población simpatizan con Hamás, son soldados de que adyacentes a ellos, pero el 99% de la población son civiles que no tienen nada que ver con la guerra”, reflexionó.
Insistió en que en los bombardeos murieron niños y personas que no tienen que ver con el conflicto. La iglesia católica fue destruida y gente católica que no tiene nada que ver con Gaza o con Hamas, fueron asesinados. Muchos amigos míos árabes también fueron asesinados, ellos nunca tuvieron nada que ver con algún partido político ni con resistencia”, agregó.
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También afirmó que, a pesar que las autoridades anunciaron que no habría nuevos ataques, la población no confía en la estabilidad del acuerdo. “Hoy supuestamente no volverán a atacar, pero la situación es muy volátil”, advirtió afirmando que la población vive con miedo.
El panorama en Palestina es de destrucción total, sobre todo en sectores como el agrícola o la ganadería, y demás sectores productivos que dificulta la generación de alimentos obligándolos a depender de la ayuda internacional, según afirmó.
Respecto a la asistencia humanitaria, denunció que los compromisos no se cumplieron en su totalidad. Las autoridades acordaron el ingreso de 600 camiones con alimentos, pero solo permitieron el paso de 300, según denunció.