16 may. 2024

“La calle es como un teatro y el violín es el instrumento de los sueños”

Con la pandemia aprovechó para dedicarse de pleno a aprender a ejecutar el instrumento que ama. Cada día en un punto de Asunción, Sara brinda su reportorio variado de músicas y con ello va pagando su carrera universitaria.

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Me llamo Sara Eunice Miranda Ojeda y tengo 20 años y soy de San Lorenzo.

Empecé con el violín hace dos años. Desde chiquita me gustaron todos los instrumentos, en especial el violín. Pero no tuve la oportunidad tenerlo a esa edad. Un tío me regaló el violín cuando cumplí años en abril del 2020 y ahí empecé a ver tutoriales en YouTube.

Toda la práctica fue durante la pandemia, aprovechando que las clases eran virtuales. Además me daba mucho tiempo para ver los tutoriales. Ahí aprendí todo.

La verdad que quise aprender rápido las músicas más movidas. Las clásicas también, que me piden mucho. Y todas las músicas en general.

Cuando uno quiere, siempre aprende rápido. Por eso en un año y algo ya había aprendido más o menos a ejecutar.

Me costó un poco al principio aprender a ejecutar el violín. Prácticamente no descansaba de practicar.

Casi todo el día estaba en eso y a la noche hacía mis tareas de mis estudios. Mis padres me apoyaron y les gustaba la idea de ser música.

Entre los clásicos me gusta escuchar a Beethoven, Vivaldi y los artistas más conocidos que ahora interpreto.

Siempre que estoy tocando la gente se acerca y me pregunta si tengo tal música. Si no, anoto y al volver a mi casa la busco y al día siguiente ya tengo conmigo la partitura.

Mi repertorio es bien variado. Músicas clásicas, románticas de los 80, 90, lo que sea. De todo un poco.

Los temas que empecé a tocar fueron los más movidos, como Despacito. Luego fui avanzando con la Primavera de Vivaldi y la música del Chavo del Ocho, que es una obra de Beethoven.

También aprendí la música para los niños como Estrellita y la Vaca Lola. Eso es primordial saber porque a los niños que vienen con sus padres les encanta escuchar.

Cuando los niños se acercan a escucharme, siento una emoción inmensa. Hay algunos que vienen llorando y cuando se quedan con sus padres frente a mí, con la música se calman.

Inicio

Hace más de un año que salgo a las calles. La primera vez que toqué en público fue en el Lido Bar, cuando estaba sobre Palma.

Había mucha gente ese día. Yo solamente fui a mironear y después como vi que había esa cantidad de personas, dije ¿por qué no ponerme acá para probar? Y vi que había mucha aceptación de la gente.

Eso hizo que vaya ahí todos los días y en otros lados también. Realmente agradezco a todos los súper, negocios shoppings y todos los lugares a donde voy. En especial el Mercado 4, donde todos son muy gentiles. Ahí también toco.

Me encanta estar cada día dando música en la calle. Sé que la gente acepta. Lo veo más bien como un trabajo porque así puedo pagar mi universidad.

La calle no es fácil. Es difícil porque hay cada gente con la que una se encuentra. Pero siempre hay que salir adelante, no quedarse con el temor.

Recuerdo una vez cuando estaba tocando en un supermercado en Luque, una señora se acercó y dijo que ni 1.000 guaraníes iba a poner. Decía que tenía que trabajar o estudiar. Pero yo ya estaba en la universidad y estoy haciendo eso como un trabajo.

A ese tipo de actitudes no le doy mucha importancia, porque sé lo que soy y lo que quiero ser más adelante.

Obviamente que siempre existen siempre las críticas malas y también las buenas. Pero le agradezco un montón a la gente que siempre me apoya, que son más.

Siempre recibo un montón de palabras de aliento de parte de muchas personas. Me siguen en mi cuenta de Instagram, saramiranda2003, alzan también mis videos para que me conozcan. Entre ellos hay varios famosos que me hacen ese favor.

Lo que más me pide la gente son las músicas movidas que se escuchan actualmente. En este mes de diciembre me piden mucho las músicas navideñas.

A mí me encantan las músicas navideñas, me gusta este mes. Así que aprovecho a full. En esta época no solo doy música para la gente sino para mí también.

No tengo problemas para tocar frente a la gente. La verdad que yo siempre fui muy sociable, gracias a mis padres que me llevaban a los eventos. Entonces sé lo que es concentrarse cuando estoy tocando mi violín.

También siempre estuve enfrente de cámaras, micrófonos, sin problema en eventos de amigos. También en el colegio hablaba frente a la gente porque era mejor alumna.

Estoy estudiando nutrición, estoy terminando el primer año. Gracias a lo que voy juntando en las calles tocando el violín, pago la universidad.

Mis propósitos al practicar el violín fueron dos: porque me gustaba y porque lo veía como medio para salir adelante.

Yo salgo a las calles feliz a pesar de todo y digan lo que digan porque yo amo lo que hago. Es para un buen futuro y también mi mamá o mi papá me acompañan.

Muchas personas dicen que estamos en Paraguay y el arte no se aprecia. La verdad que siento que es lo contrario. A mí me apoyan un montón y tiene muy buena aceptación lo que hago en las calles.

Creo que la gente ahora está aceptando más que el arte en las calles es una forma de trabajo que antes era considerado mendigar. Muchos dicen eso. Pero si vos no estás pidiendo moneditas y ponés ahí tu caja para que colaboren, es una forma de trabajo.

Como artista me gustaría llegar a ser profesional algún día. Pero primero quiero terminar la carrera de nutrición. Me gustaría también llegar a ser maestra de música.

Sensibilidad

De acuerdo a como percibo que viene una persona, si está triste toco una música relajante o si está alegre elijo algo movido. Recuerdo que una vez, una pareja estaba discutiendo frente a mí. Entonces toqué la música Hasta el Final del grupo Il Divo.

Ellos escucharon y recordaron que en su boda tocaron esa música y ahí se reconciliaron. Se acercaron y me dieron las gracias por eso. En la calle me siento como en un teatro y mi violín es el instrumento de los sueños.

Le digo a los padres que apoyen a sus hijos porque el éxito de ellos depende de los padres. Que les den ese aliento en las cosas que son buenas y así podrán salir adelante así. Dedicarse al arte es lo mejor y no es pérdida de tiempo.

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