Un grupo de investigadores analizaron en Paraguay las propiedades bioquímicas, nutricionales y toxicológicas del hongo Phlebopus beniensis, que es considerado una especie comestible, tras lo cual determinaron que el mismo no es dañino para la salud de las personas y que está dentro de los parámetros establecidos para el consumo humano.
La investigación se llevó a cabo tras haber recibido información de que una comunidad asentada en Areguá, Departamento Central, estaba consumiendo un hongo bolete silvestre.
El análisis se realizó mediante herramientas morfoanatómicas y moleculares sobre los microelementos de las muestras colectadas de zonas semiurbanas de Paraguay, de acuerdo con la información del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Aprender sobre hongos
“Los estudios toxicológicos preliminares sugieren que el hongo es inocuo, especialmente por los relatos previos de su consumo seguro, por parte de las comunidades locales en una ciudad de Paraguay. Con el creciente interés en las dietas saludables y alternativas, más personas están interesadas en aprender más sobre los hongos silvestres comestibles paraguayos”, sostienen desde la institución.
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Seguidamente, refieren que los hongos silvestres o cultivados pueden servir incluso para sustituir proteínas, fibras y grasas sin colesterol de productos a base de carne, manteniendo las características nutricionales, por lo que esto es alentador sobre todo para los vegetarianos y veganos.
En ese sentido, la especie de Phlebopus beniensis podría considerarse una “excelente fuente de proteínas, grasas y carbohidratos”. “Tiene un alto potencial para abrir significativamente nuevos mercados y oportunidades de seguridad alimentaria para las poblaciones vulnerables de América del Sur a través de su explotación como recurso culinario”, se añade.
Pese a que dichas especies de hongo se comen normalmente en varias comunidades sudamericanas, donde destacan su textura y sabor, se desconocía oficialmente sobre los beneficios nutricionales y medicinales que podrían aportar en el país.
No obstante, los toxicólogos recomiendan siempre tomar todas las precauciones necesarias para evitar los hongos que pueden resultar tóxicos para el ser humano.
La investigación
El estudio fue publicado por los investigadores Michelle Campi, Claudia Mancuello, Yanine Maubet, Enzo Cristaldo, Brenda Veloso, Francisco Ferreira, Lara Thornton y Gerardo Robledo.
En su investigación, instaron a que la búsqueda de los hongos para comer se haga principalmente en áreas no urbanas, ante posibles riesgos por contaminantes y sugirieron deshidratarlos cuando son colectados en grandes cantidades, a fin de conservar el sabor durante su almacenamiento.
En agosto del año pasado, dos investigadores de Conacyt habían realizado una investigación en dos espacios públicos de Asunción, tras lo cual detectaron hongos beneficiosos para los árboles. Entre los identificados estaban tres ejemplares de macrohongos también del género Phlebopus.