El legislador opositor justificó su decisión de no asistir al informe presidencial de este martes y sostuvo que su ausencia no responde a un simple gesto de rechazo, sino a una postura política ante lo que considera una falta sucesiva de respeto ante la institución del Congreso Nacional por parte del Ejecutivo.
En entrevista con radio Monumental 1080 AM se refirieron a su postura, si no constituiría también una falta de respeto al Congreso, ya que “el mandato constitucional lo tiene el presidente, nosotros tenemos que debatir después. Pero hoy, el Congreso Nacional fue degradado básicamente a una oficina”, aseguró el diputado.
Raúl Benítez señaló que el gesto de no asistir es una forma legítima de expresar un mensaje político.
“Uno hace una resistencia con los mensajes políticos que considera. Este es un mensaje al presidente de la República. La realidad es que, lo que se quiere transmitir, es la degradación a la que ha sido sometido el Congreso por parte del Ejecutivo. Y me parece válido”, concluyó.
“No es una cuestión de no asistir por no asistir. Yo creo que el mensaje de Peña –él sabe que tiene que venir el 1 de julio, es algo constitucional– pierde valor cuando decide asistir primero a la ANR. Eso da un mensaje directo a los congresistas, una vez más. Es como reforzar ese mensaje que se fue construyendo a lo largo de estos dos años, en el que el Congreso Nacional prácticamente estuvo sometido, arrodillado constantemente a los intereses mezquinos de un grupo que menosprecia su papel como mecanismo de control”, expresó a la radioemisora.
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El Congreso como “oficina del cartismo”
El ex encuentrista cuestionó lo que describió como “atropellos legislativos”, citando como ejemplos la aprobación de proyectos como la ley contra las organizaciones no gubernamentales (ONG), o los obstáculos a los pedidos de informes e interpelaciones, como en los casos de la ministra de Salud, María Teresa Barán, o del titular del Mitic, Gustavo Villate, e Itaipú Binacional.
“Hoy, el Congreso ya no puede hacer pedidos de informes a Itaipú porque esta mayoría no lo permite. Tampoco interpelaciones a varias instituciones. Básicamente, el Congreso pasó a ser una oficina más del cartismo, degradando completamente una imagen que ya venía desgastada”, afirmó.
Para Benítez, el informe de Peña es un mero formalismo dentro de un sistema institucional vacío.
“Estamos en un Congreso Nacional que hoy no existe en el debate. No pasa de ser un pasapapeles. Evidentemente, para el presidente de la República, lo de ir a hacer su presentación también es un formalismo. Asistir a un acto vacío que hasta él desprecia, nos obliga a tomar una postura política”, enfatizó Benítez.
El diputado también criticó el rol del Ministerio de Relaciones Exteriores y otras instituciones claves, que –a su juicio– fueron utilizadas para beneficiar intereses particulares.
“Una de las herencias más graves y complicadas de este Gobierno es el absoluto desprecio por la institucionalidad. Tenemos muchas señales: el Ministerio de Relaciones Exteriores fue degradado para los negocios de Horacio Cartes. La institucionalidad está siendo vaciada”, lamentó.