Hace 25 años que en Fernando de la Mora se realizan varias actividades para honrar a la Virgen de Guadalupe, cuya fiesta se recuerda cada 12 de diciembre. La patrona de ciudad de México cada vez más tiene seguidores en nuestro país.
Lucrecia Miltos es la propulsora de esta festividad que se realiza hace 25 años, luego de que se le apareciera en sueños.
“Yo le había soñado en el 2000 y le conté a mi hija mi sueño. Ella le comentó al párroco de Medalla Milagrosa y me mandó una estampa, así fue como supe que se trataba de la Virgen de Gaudalupe y desde ese mismo año la veneramos”, comenta Lucrecia, quien destaca que cada año aumenta la cantidad de devotos de la Virgen morena.
La celebración, en el barrio Itá Ka’aguy de la ciudad de Fernando de la Mora, arrancó ayer a las 06:00 con la misa de la aurora y a las 10:00 de la mañana se celebró la misa central, de la misma participaron gran cantidad de fieles que llegaron desde varias ciudades de Central.
Al mediodía se realizó la gran tallarinada y a partir de la 14:00 los más pequeños tuvieron su espacio con merienda y juegos con el trencito de la alegría, además jugaron con la piñata mexicana que fue donada por el embajador de México, Juan Manuel Nungaray Valadez, quien llegó hasta la ciudad joven y feliz para participar de la actividad.
el pedido del papa. En tanto, en la Basílica de San Pedro el papa León XIV encabezó la tradicional misa en honor a la Virgen de Guadalupe y pidió a la patrona de México y las Américas que rezó por los jóvenes para que los libre “de las amenazas del crimen, las adicciones y el peligro de una vida sin sentido”.
“Acompaña, Madre, a los más jóvenes para que obtengan de Cristo la fuerza para elegir el bien y el valor para mantenerse firmes en la fe, aunque el mundo los empuje en otra dirección”, expresó el santo padre.
León XIV también oró por las naciones y sus gobernantes. “Como hijo te pido: Madre, enseña a las naciones que quieren ser hijas tuyas a no dividir el mundo en bandos irreconciliables, a no permitir que el odio marque su historia ni que la mentira escriba su memoria”.