Gustavo Valdez contó este lunes en radio Monumental 1080 AM que en la mañana del sábado trasladó a su cuñada, de 26 años y con 37 semanas de embarazo, al Hospital Materno Infantil de Villa Elisa debido a que presentaba fuertes dolores y estaba con contracciones.
Manifestó que la mujer fue atendida por una licenciada a la que le manifestó que quería hacer el trabajo de parto en el centro asistencial, donde llevó todo su tratamiento durante el periodo de gestación. Sin embargo, le indicaron que todavía no cumplía con el periodo correspondiente y que no tenían camas disponibles para su internación.
“La licenciada le dijo: ‘Tranquila, todavía no va a nacer tu bebé, seguramente, tenés una infección urinaria’, y ahí le dijo que se haga el análisis de sangre y orina y que vuelva otro día”, relató el denunciante.
La embarazada se realizó después los estudios pertinentes y volvió a su casa. A su regreso, según su cuñado, volvió a sentir fuertes dolores y tener contracciones cada cinco minutos, además tenía un importante sangrado, agregó.
“Le llevamos de vuelta (a un hospital) y llegando a la zona de San Antonio se desprende la bolsa y nace mi sobrina. Después le llevamos al Hospital Distrital de San Antonio, donde confirmaron el deceso de la beba”, indicó Valdez.
La pequeña iba a ser hermana de dos varones. “Ella nació sana. Tenía 3,380 kilogramos y era su tercer parto (de la madre). Iba a ser la primera niña de la familia”, acotó el cuñado. “Si le atendían en Villa Elisa iba a ser otra la situación. Ella se bajó con la intención de tener ya a su bebé y le dijeron que no”, lamentó.
Se radicó una denuncia del caso ante la comisaría de Arroyo Seco, en Villa Elisa, y además la Fiscalía abrió una investigación de oficio tras la difusión del caso en las redes sociales.
La directora del Hospital Materno Infantil de Villa Elisa, la doctora Yohana Benítez, indicó que están recabando los informes. No obstante, dijo que en el sistema de Urgencias figura que la paciente acudió por molestia urinaria y dolor de vientre, y que todavía le faltan los descargos de la ginecóloga y la jefa de guardia.
“Se le examinó, estaba con un cuello cerrado, según refiere el informe. No estaba en trabajo de parto, por lo que se le solicita un hemograma y orina simple y se le sugiere que vuelva a controlarse con los resultados”, expuso.
Lamentó el desenlace del caso y negó que el personal que atendió a la embarazada le haya indicado que no había cama de internación y que por ello no podía quedarse.