Padres, alumnos y docentes del Colegio Nacional Don José Roa Benítez, de Curuguaty, Canindeyú, llegaron hasta la Dirección Departamental de Educación local este miércoles, para exigir la inmediata reparación de un pabellón con tres aulas en deplorable estado, y reclamar sobre la provisión de carpas del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).
Tras el inicio de clases habían decidido clausurar las aulas y exigir la remodelación total del pabellón en cuestión, debido al peligro que representaba estar bajo infraestructuras deterioradas.
La Cartera de Educación, en atención a los reclamos y de modo que los estudiantes no perdieran clases, proveyó carpas a la institución educativa para que sean utilizadas como aulas.
Sin embargo, estas tuvieron un rotundo rechazo por las condiciones inhumanas en las que se desarrollarían las clases bajo su estructura.
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“Dos personas vinieron y tiraron acá (las carpas). Nosotros tuvimos que instalar porque nos dijeron que el MEC no tenía personal para eso. El calor es impresionante debajo, y no se puede estudiar así. Fijate como entra el agua por debajo”, señaló Gerardo González, presidente de la Comisión de Padres de la institución.
Acotó que no permitieron que sus hijos dieran clases adentro y, en contrapartida, decidieron por ese motivo ir a exigir la inmediata reparación.
La directora Departamental de la Educación de Curuguaty, Carmen Ramírez de Solaeche, por su parte salió a informar a los miembros de la comunidad educativa que desde la semana pasada la Dirección de Infraestructura del MEC tiene preparado un cheque de G. 83 millones para la reparación de aulas.
“Lastimosamente llegaron primero ustedes que nosotros”, precisó. Reconoció que las carpas no son aptas para el desarrollo de las clases y propuso utilizar la infraestructura de la parroquia San Isidro Labrador, mientras se realicen las reparaciones.
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En ese sentido, apuntó que en dos a tres días se podría lograr el desembolso del recurso mencionado para dicho menester, puesto que solo falta algunos trámites administrativos de rigor.
Consultada sobre el porqué se esperó hasta estas alturas para gestionar la remodelación de las aulas, la funcionaria respondió que el pedido solo se hizo el pasado diciembre, “considerando que existen muchas necesidades” en todo el sistema educativo.
Otras dos aulas, que son de educación inicial, están a punto de derrumbarse. La directora del colegio, Lilia Romero, manifestó que estas también se tuvieron que clausurar, y que no se dieron clases bajo las carpas instaladas por las condiciones no aptas para niños.